El presidente se bajó del viaje a Roma y pone todas sus fichas en las elecciones porteñas
El presidente decidió no asistir a la asunción del papa León XIV en el Vaticano y se quedará en Buenos Aires para votar y respaldar a Adorni, su candidato en la Ciudad. En la Casa Rosada creen que esta elección define el futuro del antikirchnerismo.
Javier Milei no viajará a Roma para participar de la ceremonia de asunción del nuevo Sumo Pontífice, León XIV, tal como estaba previsto. La decisión se tomó por una cuestión de agenda, ya que el evento papal coincide con las elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires. Fuentes oficiales confirmaron que el Presidente se quedará en la Capital Federal para cumplir con su deber cívico y acompañar a su espacio en un comicio que considera estratégico.
La posibilidad de que el mandatario viajara al Vaticano se anunció de forma oficial apenas se conoció el nombre de Robert Prevost como el sucesor de Francisco. Fue el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien lo comunicó a través de su cuenta de X: "El presidente Javier Milei asistirá a la Solemne Ceremonia de Inauguración del Pontificado de Su Santidad León XIV en representación de la República Argentina." Sin embargo, en los últimos días esa idea empezó a diluirse y terminó por descartarse este jueves a la mañana.
Uno de los primeros en poner en duda el viaje fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, durante una entrevista televisiva. A partir de ese momento, la posibilidad empezó a sonar más lejana. La principal traba fue el regreso: "No se pueden calzar los tiempos para volver", explicaron desde el entorno presidencial. Con las urnas abiertas en CABA, Milei no quiere perderse ni un minuto de lo que pueda suceder, tanto en la sede de votación de la UTN de Medrano, donde está empadronado, como en el Hotel Libertador, búnker habitual del oficialismo.
El evento vaticano se celebrará el mismo día que los porteños elijan a sus nuevos legisladores, una jornada clave para el oficialismo. En ese marco, el vocero presidencial Manuel Adorni, quien encabeza la lista de La Libertad Avanza, aparece como la principal apuesta del Gobierno. En el círculo íntimo de Casa Rosada aseguran que la elección está peleada voto a voto con Leandro Santoro, el candidato de Es Ahora Buenos Aires. "Tenemos un piso de más de 20 y es una cuestión de margen de error saber si les podemos llegar a pelear el primer puesto o no", deslizan desde el oficialismo.
Para Milei, este comicio tiene un valor simbólico que va más allá de los números. Lo dejó en claro durante el cierre de campaña en Parque Mitre, donde disparó contra sus exsocios: "Los fracasados amarillos que pelean por el cuarto lugar", en alusión al PRO. En su mirada, esta elección define la pulseada por el liderazgo del antikirchnerismo nacional. "Se juega quién lidera el espacio y si varios dirigentes del macrismo finalmente dan el salto para nuestro partido", repiten en el búnker violeta.
Con ese telón de fondo, el Gobierno redobló esfuerzos para blindar la candidatura de Adorni. El vocero no solo encabeza la lista, sino que está hiperactivo en la campaña: prometió hacer su trabajo y dar cuatro conferencias de prensa en la semana y ya cumplió tres, todas cargadas de anuncios que buscan marcar agenda y disputarle visibilidad a los actos de cierre de sus competidores. Este jueves, por ejemplo, se esperaba que anunciara un plan para incentivar el uso de los “dólares del colchón”, con presencia del equipo económico incluida. La idea era hacerlo a la tarde para tapar los últimos actos de Santoro y Silvia Lospennato, candidata de Buenos Aires Primero.
El equipo libertario juega al filo con la legislación electoral. En el entorno de Adorni admiten que la veda "no nos importa nada", y sostienen que al ser una elección distrital, el Gobierno nacional tiene margen para seguir actuando. De hecho, se evalúa que el candidato siga posteando en redes incluso durante el fin de semana. También se baraja la posibilidad de que haya un nuevo anuncio este viernes o una conferencia relámpago para captar el foco mediático.