La discusión en torno al gasto que demanda la política, en un marco de crisis inflacionaria, reposicionó la línea discursiva del PRO en busca de poder contentar a la población con los famosos gestos hacia adentro.

No se les puede pedir más ajuste a los argentinos si primero no se ajusta la política”, sostuvo en los últimos días, la diputada nacional, María Eugenia Vidal. Y mandó un mensaje al que también vienen apelando otros dirigentes del PRO.

Lo que está de fondo es una necesidad imperiosa de parte del partido amarillo en su intención de contener la fuga de parte de su electorado a los libertarios. Una herramienta de seducción más para una alianza que, a juzgar por el movimiento que hicieron los radicales el sábado pasado en su convención nacional, no podrá ser posible.

Vidal redobló la apuesta en los últimos días al apuntarle al gobernador Axel Kicillof por el crecimiento de los cargos públicos. Algo que, a razón de verdad, no es tan simple como lo planteó la exmandataria provincial. “En 2019 le entregué a Kicillof una Provincia con 800 cargos políticos. Hoy tiene 1700 cargos y escuelas cerradas porque no invirtieron en calefacción antes que llegue el frío. Esas son las prioridades del kirchnerismo”.

Sin embargo, su frase no tuve el efecto esperado. Y desde el Frente de Todos salieron a recordarle lo sucedido en Moreno con Sandra y Rubén.

Lo cierto es que Vidal fue por más y también presentó una iniciativa que busca eliminar "las asignaciones mensuales vitalicias destinadas a Presidente y Vicepresidente de la Nación, establecidas por ley 24.018, para quienes culminen sus mandatos con fecha posterior a la sanción de esta ley".

En los fundamentos del proyecto, la diputada admite que "si bien la legislación comparada nos indica que en varios países existe este régimen de asignaciones mensuales vitalicias, la realidad actual y futura de nuestro país exige a la clase política enviar un mensaje inequívoco de austeridad y compromiso social en la asignación de fondos públicos".

No fue la única. La titular del PRO, Patricia Bullrich, en su rol de candidata a presidenta, aseguró días atrás que su eventual Gobierno será "chico" y que contaría con "ocho ministerios" bajo "un modelo de coordinación". Y en ese marco sugirió que eliminaría tanto los ministerios de Educación y Salud: “No se puede tener un ministerio que nadie te dé pelota. Es una burocracia el Ministerio de Educación”.

También la cruzaron: “Un Ministerio sirve para coordinar y definir políticas que garanticen condiciones de igualdad para todos. Hay un Ministerio porque hay un país y no 24 provincias dónde cada una va por dónde quiere", sostuvo el ministro de Educación Jaime Perczk.

En diálogo con Data Clave, el diputado bonaerense de Avanza Libertad, Guillermo Castello, aseguró que "los cambiemitas ahora que logramos imponer el tema se quieren subir al avión. Y repiten para no perder el electorado. Hay un despertar de la población que pide saber en qué se gastan sus impuestos y pide que se reduzca el gasto. La oposición ve el cambio de clima, y se sube. Pero es muy impostado. Lo estarían haciendo en CABA o en otros municipios. Es oportunista esta nueva preocupación”.

Y sumó: “No hay otra forma de resolver la inflación que bajando el gasto público. Salieron cifras enormes de cuánto ganan los empleados de organismos públicos y son el doble de los privados. Y estamos llenos de ñoquis".

También en Provincia la estrategia es clara. La senadora bonaerense, Nidia Moirano, está próxima a presentar un proyecto para terminar con la bicameralidad en la Legislatura bonaerense.  “Tener una bicameral entorpece que las leyes salgan. Muchas veces en el Senado se aprueba un proyecto, pasa a Diputados y pierde estado parlamentario”, aseguró. Y añadió: “Se trata de un gasto que no se equipara con las leyes que logran salir”.