En 2023 habrá una vez más elecciones de renovación de la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. En año electoral queda opacado, pero lo que pueda pasar en el mapa nacional impacta en cada una de las provincias y por ende, en el reparto de bancas.

Una de las claves de este primer gobierno del Frente de Todos fue la de ver un gobierno peronista sin mayoría en la Cámara baja, algo que condicionó una buena parte de las leyes que intentó sacar la gestión de Alberto Fernández. ¿Qué puede pasar en un segundo gobierno de la actual coalición oficialista?

Suponiendo que el oficialismo logró vencer, en un escenario fragmentado en tres y no polarizado como en 2019, el Frente de Todos probablemente pierda fuerza parlamentaria. Esto es porque pone en juego las 68 bancas que obtuvo en 2019, en una elección general que rozó el 48% de los votos. Según un informe de Esfera Pública, en el mejor de los escenarios y aún ganando, podría retener 61 diputados. 

Del otro lado del recinto, Juntos por el Cambio tiene una tendencia a crecer y en caso de ser oficialismo podría quedar mejor que en el gobierno de Mauricio Macri. Necesita reponer solo 54 bancas que obtuvo en 2019, con la tendencia de 2021 donde hizo buenas elecciones en los distritos que más bancas otorga, parece encaminado a tener un piso superior. Dentro del interbloque, el PRO expone 24, UCR 17, Evolución Radical solo 4 y Coalición Cívica 6 de las 10 que tiene.

Los libertarios suman en cualquier contexto, no tienen antecedente en la elección de 2019. En un supuesto escenario con Javier Milei sacando 30%, algo planteado por la vicepresidenta en su aparición televisiva, con un piso alto en CABA, Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, los libertarios podrían pensar en una bancada superior a los diez escaños. Con una elección de balotaje, la suma podría rondar los 20 diputados propios.

Por último la Izquierda, que tampoco renueva bancas en esta elección, con un buen resultado en la provincia de Buenos Aires (4 a 5% de los votos como en 2021). 

El resultado final podría ser la salida a una polarización que lleva 4 años en las que un tercer bloque con capacidad de inclinar la balanza en las votaciones aparezca. El Frente de Todos tendrá en apariencia un segundo mandato con menos fuerza parlamentaria y Juntos por el Cambio podría volver a gobernar sin mayoría pero en un contexto mejor al del periodo 2015-2019.

Senado

En la Cámara alta el escenario es distinto, al renovarse por tercios, el Frente de Todos debe defender la elección de 2017 en donde fue dividido en distintas expresiones peronistas. Los 31 senadores que tiene serán el piso. Hasta perdiendo puede sumar. La clave será ver como sigue la relación con el actual bloque Unidad Federal, que tiene peronistas que se fueron del Frente de Todos este mismo 2023 pero que responden a gobernadores afines al gobierno. 

En la vereda contraria, Juntos por el Cambio podría crecer en número pero no llegará al quórum propio, defiende una elección favorable y depende de casos puntuales como San Luis, en donde el panorama es incierto. 

Por su parte, los libertarios tienen pocas chances de sumar algún escaño por el modo en que se reparten las bancas. Solo los dos primeros de cada elección en las provincias donde se renueva acceden a senadores, en el hipotético caso de que Milei pueda tener un armado territorial sólido en provincia de Buenos Aires y de el batacazo saliendo en segundo lugar, las previsiones de que pueda tener representación en el Senado son poco probables.

*Nota realizada con información de un documento de la ONG “Esfera Pública”