La decisión del Gobierno nacional de eliminar los aranceles a la importación de celulares encendió las alarmas en el polo industrial fueguino. La medida, anunciada oficialmente este martes, implica una reducción inmediata del 8% y la eliminación total del tributo a partir del 15 de enero de 2026. El impacto no se hizo esperar: Luis Galli, CEO de Newsan, una de las principales fabricantes del sector, fue categórico: "Con la baja de derechos que se anunció es muy difícil que se pueda seguir fabricando celulares en Argentina".

La empresa que dirige Galli, propiedad del empresario Rubén Cherñajovsky, emplea a 11.000 personas, de las cuales cerca de 1.000 están abocadas a la producción de celulares en las plantas de Ushuaia. Junto con Mirgor, la firma de Nicolás Caputo —primo del ministro de Economía—, Newsan lidera el segmento local de telefonía móvil. Pero ahora, el cambio en las reglas de juego sacude los cimientos del esquema productivo de Tierra del Fuego, donde rige desde hace más de cinco décadas un régimen de exención impositiva que permitió el desarrollo del polo electrónico más importante del país.

"Hay que ver si para nosotros va a tener sentido seguir fabricando celulares. Detrás de eso hay consecuencias con la gente", advirtió Galli, en diálogo con el diario Clarín. Además, señaló que la modificación no fue anticipada y que afecta directamente a todas las compañías que ensamblan dispositivos móviles en la isla: Electrofueguina, Mirgor, Radio Victoria, Solnik y la propia Newsan.

El CEO fue tajante también sobre el impacto en el clima de negocios: "Si queremos que siga habiendo inversiones, es como que en 4 o 5 años nos metamos con el RIGI, es muy difícil que nos crean y haya confianza de los inversores". El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es el nuevo instrumento legal que el oficialismo quiere impulsar para atraer capitales externos, pero que ahora se ve en contradicción con la fragilidad del esquema actual.

En la isla, donde viven apenas 200.000 personas, el sector electrónico representa la principal fuente de empleo privado y el mayor contribuyente al fisco local. La decisión de desproteger a uno de los productos de mayor volumen —el celular— generó preocupación no sólo en las empresas, sino también en el ámbito político y sindical. Aunque por ahora el Gobierno no dio marcha atrás, las compañías aguardan la publicación del decreto para iniciar algún tipo de diálogo formal.

Mientras tanto, el mercado de celulares atraviesa un escenario complicado. Según datos de Newsan, este año se activarán unos 8 millones de equipos, pero más de 2 millones ingresan por contrabando. "Hoy uno de cada tres celulares que se activa en Argentina es ilegal", explicó Galli, quien atribuye el fenómeno a la desaparición de la brecha cambiaria y al debilitamiento de los controles. En 2023, con condiciones distintas, la producción local fue de poco más de 7 millones de unidades.

Por ahora, la medida afecta solamente a los celulares. Pero el sector teme que sea el primer paso hacia una apertura mayor, que alcance también a televisores, microondas y aires acondicionados, todos productos que forman parte del mismo entramado fabril. "Por ahí arrancaron por los celulares porque es la industria más grande en cantidad de unidades", reflexionó el empresario.

El Gobierno justificó la decisión en base a la necesidad de reducir los precios al consumidor y generar competencia. Pero en la práctica, la medida amenaza con destruir cientos de puestos de trabajo y con desmantelar una industria estratégica para la región más austral del país. En los próximos días, con el decreto sobre la mesa, se espera una reacción institucional del sector empresario y político de Tierra del Fuego. Por ahora, todo indica que el frente de tormenta recién empieza.