El presidente Alberto Fernández traspasará este jueves la presidencia “per tempore” del Mercosur a su par de Brasil, Jair Bolsonaro, en medio de la tensión de los socios del bloque regional para reducir el Arancel Externo Común (AEC) que rige para el ingreso de bienes procedentes de terceras naciones.

El encuentro, que se volverá a desarrollar de manera virtual, se producirá 72 horas después de que Uruguay, Brasil y Paraguay, le dieran la espalda a Argentina y apoyaran al colombiano Sergio Díaz Granados, por sobre el candidato argentino Christian Asinelli, para dirigir al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF en su siglas originales), la segunda entidad de fomento en la región.

Lo cierto es que también se cierra un período de seis meses en que Argentina tuvo la presidencia y nada, o muy poco, se avanzó en la reducción del AEC que promueven Uruguay y Brasil,  iniciativa que es rechazada por el gobierno de Fernández, y que mantiene sin definición al mandatario paraguayo Mario Abdo Benítez.

Se espera entonces que Brasil impulse más reuniones para reducir antes de fin de año un 10% de impuestos a la totalidad de los productos que ingresan al bloque. 

Así se lo habría hecho saber el Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Carlos França, al embajador argentino en Brasilia, Daniel Scioli, como así también al secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería, Jorge Neme.

Argentina sostuvo hoy en la reunión preliminar de funcionarios su propuesta de reducir 10% del AEC en el 75% del nomenclador, compuesto por materias primas, insumos, bienes intermedios y de capital, pero preservando los durables y los finales.

La semana pasada, el canciller uruguayo Francisco Bustillo reconoció que las conversaciones para flexibilizar el bloque regional “no son negociaciones para nada sencillas. La posición de Argentina es clara. [...] Ha hecho saber que no está en favor de una flexibilización del Mercosur. Y cuando hablamos de flexibilización estamos hablando de una mayor y mejor inserción internacional”.

Bustillo, en declaraciones a Radio Rural recordó que “nuestra propuesta, las inquietudes que tenía Uruguay desde siempre, son en favor de una modernización del Mercosur”. El funcionario señaló que “Uruguay no puede apostar, como hacen otros, a un bloque autárquico. Necesita conseguir mejor acceso a mercados, mejores oportunidades para la riquísima producción uruguaya”.

Asimismo, Bustillo opinó que “la grifa” está “tan devaluada” que “no es casualidad que el acuerdo Unión Europea y el Mercosur se siga postergando lo que demuestra es que no hay un real interés de parte de la Unión Europea como tal de concluir un acuerdo”.

Ya en junio el canciller dijo antes la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Diputados, que desconocía cuáles eran las razones específicas por las que Argentina se opone a la flexibilización del bloque. En este sentido expresó que las argumentaciones de Argentina hasta ahora no están “fundamentadas” sino que “es el no por el no”. 

Sin embargo, reconoció Bustillo que “no es menos cierto que la situación económica de Argentina no es la que pueden presentar los otros países del bloque, y eso también hay que atenderlo”.