El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, atraviesa uno de los momentos más complejos puertas adentro del Frente de Todos. Sucede que las críticas internas abundan. Y el abanico de candidatos dentro del mismo espacio crece. A tal punto que, como trascendió, el presidente del PJ bonaerense y titular de La Cámpora, Máximo Kirchner, se reunió con el líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, para clarificar la situación local actual y, de paso, que se abran las puertas de una interna para que pueda competir la diputada provincial, Patricia Cubría, quien además es su pareja.

Con este marco de fondo, Espinoza enfrenta además una situación compleja. Es que desde Juntos por el Cambio huelen sangre y la necesidad de salir a jugar con más fuerza, se vuelve urgencia. Es por esto que ya son varios los dirigentes que se muestran con ganas de salir a dar la pelea: desde los concejales Toty Flores y Lalo Creus al diputado nacional y exministro de Educación, Alejandro Finocchiaro.

Sin embargo, puertas adentro de Juntos sienten que falta un actor político que pueda mover el amperímetro y, en los hechos, elevar el techo.

La lectura interna que hacen hoy desde el PRO, en particular, no está puesta en la idea de poder quebrar el techo propio (un 30 por ciento en 2017) sino en la caída que viene arrastrando Espinoza en relación a la boleta total.

Sucede que en las últimas elecciones de 2021, el jefe comunal tuvo un recorte de 20 mil votos con respecto a la boleta bonaerense. Cosechó poco más de 339 mil votos contra algo menos de 360 mil.

El alcalde obtuvo un 46 por ciento de los votos, una cifra baja para el corazón del peronismo y el oficialismo perdió tres concejales. Esto, sumado a los 7 puntos de voto en blanco que se registró a nivel local.

Con la inseguridad como factor clave, la oposición pone fichas en que el peronismo puede sufrir no solo a nivel local sino que, además, puede tener un efecto rebote para el voto nacional y provincial desde el distrito más poblado de la Provincia. En concreto, donde se terminan definiendo las elecciones.

De ahí el pedido de los intendentes al presidente Alberto Fernández y a la vice, Cristina Fernández de Kirchner, sobre la idea de meter mano en la Policía local. Sobre esto, el diputado nacional Alejandro Finocchiaro, le dice a Data Clave que “en materia de seguridad La Matanza zona liberada”. Y extiende el diagnóstico más allá de los límites: “Tiene postales de países muy pobres de África a 40 minutos de CABA”.

El análisis responde a la situación actual de los vecinos, quienes reclaman en favor de una solución inmediata en términos de inseguridad e inflación. Dos ítems que no corren por cuenta de los intendentes, pero que los pone en una situación incómoda a la hora de tener que salir a dar una respuesta convincente. “En La Matanza no hay peligro para el delincuente. En una semana tenés no menos de cinco o seis hechos de sangre a nivel local”, dice el exministro de Educación de Mauricio Macri.

Y agrega: “En la mayoría de los centros comerciales acuerdan abrir y cerrar todos juntos para que no los roben. Eso es abandono. Hay que entender que Espinoza tiene 29 mil millones de pesos guardados. Y no por gobernar bien. Tiene un presupuesto ahorrado por no invertir. Y los vecinos saben que tiene la plata en el banco mientras salen a la calle y los matan por nada”.

Claro, no será fácil para el PRO. Sucede que la puja interna existe. Y así lo aclara Finocchiaro: “Tendremos que administrar las tensiones porque si no podemos hacerlo, no podemos ser un espacio político. Con todos los que trabajan en La Matanza podemos tener diferencias de matices, pero son toda buena gente. Que tengamos tres o cinco candidatos en el corazón vivo del peronismo es una buena noticia”. 

En las últimas horas, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cruzó el charco y realizó una caminata junto a Toty Flores, quien también dejó en claro su diagnóstico “No hay gestión para el problema de la inseguridad como tampoco para resolver la falta de trabajo. No solamente las multinacionales se van; también cierran las pequeñas empresas porque no pueden trabajar, agobiadas por los impuestos".