Las empresas piden que se apruebe cuanto antes el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, ya que consideran que eso podría darle mayor estabilidad a la macroeconomía. En diálogo con Data Clave, el presidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, coincidió en ese diagnóstico. Sin embargo, aclaró que un entendimiento con el organismo es “condición necesaria pero no suficiente para ingresar en un sendero de crecimiento sustentable”.

Además, el titular de la casa fabril dio detalles del “Libro Blanco” que prepara la entidad con propuestas para incentivar el crecimiento de la industria para presentarle a las fuerzas políticas con representación parlamentaria. “No es un catálogo de ilusiones”, afirmó Funes de Rioja.

DC: Los empresarios, y usted en particular, pidieron activamente por la aprobación del acuerdo con el FMI en Diputados. ¿Qué piensa sobre los lineamientos del programa económico adjunto al entendimiento?

DFR: El acuerdo al que se llegó es la mejor solución posible a un problema inmediato que tiene nuestro país. Sin embargo, creemos que es una condición necesaria pero no suficiente para ingresar en un sendero de crecimiento sustentable. Esto se lo planteamos al Presidente en la Conferencia Industrial del año pasado: el tema aquí es qué vamos a hacer hacia adelante. Nosotros acordamos internamente expresar un “no al default” y un “sí al acuerdo” con la necesidad de encaminarnos a un sendero virtuoso. Es la política la que tiene que definir el rumbo de la economía. Pero hay que hacerlo compatible con esa hoja de ruta.

DC: ¿Cuáles son los pasos para ingresar en ese camino de crecimiento?

DFR: Después de refinanciar la deuda tiene que haber una hoja de ruta que atienda la inestabilidad macroeconómica que enfrenta Argentina desde hace muchos años. Ese es el principal limitante para la creación de empresas, su supervivencia, y la generación de empleo. Después hay que atender la presión fiscal, la cual ataca al sector formal de la economía y también es un limitante para incrementar el empleo de calidad. Al lado de esto ponemos también el tema de la promoción del comercio exterior para que ingresen más dólares a la economía.

DC: Los impuestos son uno de los puntos que más resaltan los empresarios como dificultad. ¿Cuál es el impacto?

DFR: Quiero ser claro con esto: la presión impositiva no afecta sólo a las empresas, tiene impacto en toda la sociedad. El conjunto de gravámenes nacionales, provinciales y municipales representan el 40% del precio de los alimentos, el 50% de las bebidas, el 50% de las prendas de vestir. Todos debemos pagar los impuestos que correspondan y así bajar la carga general para quienes están en la formalidad. Hay también una carga burocrática que genera un entorno hostil para las empresas y sobre todo para las pymes. Liquidar impuestos y el papeleo que implica. Ser formal es verdaderamente un calvario. 

DC: Otro problema para las empresas es la falta de dólares para importar. ¿Qué le dicen desde el Gobierno?

DFR: El proceso para adquirir dólares para importación lo venimos trabajando con Desarrollo Productivo, el Banco Central y la AFIP. El objetivo es importar para la industria, insumos, repuestos, maquinarias, no estamos hablando de cosas suntuarias. Es hacer lo posible para seguir con el proceso de reactivación de la industria y convertirlo en crecimiento genuino. Esta semana hubo una reunión con autoridades del BCRA. La ansiedad y el estrés está, pero en los casos que nos han planteado los miembros de la UIA hemos evitado que las plantas paren su producción por este motivo. Entendemos la restricción externa y preferiríamos no tenerla. Creo que fue positivo el resultado del trabajo que venimos realizando.

DC: ¿Se puede incrementar las exportaciones en este contexto?

DFR: Un dato importante: en 2011 teníamos 12.800 empresas exportadoras, hoy ese número se redujo a solo 9.500. La UIA quiere llegar cuanto antes, por lo menos, a equiparar ese número: esas 12.800 compañías. Pero hacerlo a través de pymes de primera exportación; y estamos trabajando con ello y para ello con Desarrollo Productivo. Y no es una utopía, es una meta que estamos dispuestos a lograr.

DC: El acuerdo con el FMI contempla una suba en las tasas de interés.

DFR: Si hay aumentos en la tasa de interés debe haber medidas compensatorias para que las pymes puedan acceder al crédito de forma viable. El presidente del BCRA nos reiteró que las líneas que hay disponibles con tasas que son beneficiosas, pero algunas empresas no acceden por distintos motivos, tal vez por desconocimiento. Ese problema de comunicación tenemos que resolverlo articulando entre nosotros como cámara, el Gobierno y los bancos.

DC: En enero hubo una caída en la producción industrial por cuestiones estacionales. ¿Febrero mostrará una baja también?

DRF: Enero y febrero son meses en los que siempre hay paradas técnicas, vacaciones y se sumó la tercera ola de contagios por Ómicron. A eso habría que sumar el plano internacional con las limitaciones en los buques y oferta de conteiners, costos logísticos que se fueron a las nubes con restricciones al acceso. Y quiero ser claro en que todavía no salimos de la pandemia, recién vamos a entrar al otoño, por lo que veremos cómo evoluciona.

DC: Ahora se suma la Guerra en Ucrania. ¿Cómo va a afectar a la industria?

DRF: Ya veníamos con la carencia de microchips y la inflación internacional. Ahora tenemos la guerra que está presionando los precios de los alimentos por las limitaciones del trigo y el maiz de Ucrania. Con el ministro de Agricultura, Julian Domínguez, hemos conversado este tema. La pregunta es si es una guerra larga o corta. Al ministro invitamos a fijar fecha para que concurra la junta directiva de la UIA. También hay un encarecimiento de la energía. Nuestro departamento especializado lo está analizando. No nos cabe la menor duda de que habrá un impacto. Seguro analizaremos medidas compensatorios para atender los problemas de precios y, no menos importante, de suministros. 

DC: El próximo martes se presentará el Libro Blanco. ¿Puede dar algún detalle?

DFR: El documento está en etapa de borrado, el cual ya fue remitido a las sedes de la UIA en el interior y se fue ajustando. El próximo martes el documento se presentará ante el Consejo General que es el máximo organo de la entidad, que elige autoridades y reforma los estatutos. No estamos proponiendo un catálogo de ilusiones. Hay ocho ideas que sí fueron volcadas en ese Libro Blanco: potenciar nuestros activos productivos, generar divisas genuinas, consolidar el desarrollo Federal, promover la Inversión Privada, crear empleo registrado y socialmente protegido, fortalecer las cadenas de valor y formalización de estas, aumentar las exportaciones con valor agregado sustentable e Incrementar la productividad y la competitividad de nuestra economía.

DC: ¿El documento se presentará a las fuerzas políticas?

DFR: Cuando esté listo, sí. A partir de ahí lo importante es tener en cuenta que no es un petitorio, es un conjunto de propuestas que este país tiene para transformar la recuperación en crecimiento desde la inustria. No pretendemos pensar por otros, pero tampoco que lo hagan por nosotros.