A través de su cuenta de Twitter, el presidente Alberto Fernández anunció la incorporación de Gabriela Cerruti como titular de la Unidad de Comunicación de Gestión Presidencial. 

"Hoy designé a @gabicerru a cargo de la Unidad de Comunicación de Gestión Presidencial. A partir de hoy, será ella la Portavoz de la Presidencia. Una nueva figura que he tomado de algunas democracias europeas", escribió el mandatario.

Tweet de Alberto Fernández

Según detalló el presidente, Cerruti será la encargada de "comunicar información, datos, anuncios, pero también las ideas y el rumbo del Gobierno en su conjunto" y, además, "estará disponible para chequear toda la información que necesiten para juntos combatir los rumores y las noticias falsas que tanto daño hacen a una comunicación democrática".

"Que esa función sea ejercida por una mujer resalta dos cuestiones fundamentales de nuestro Gobierno: queremos una comunicación clara, precisa y transparente y sostenemos la vocación de avanzar en la igualdad de género y de oportunidades", detalló Fernández.

Cerruti renunció el miércoles a su banca en la Cámara de Diputados de la Nación y se inscribe en la lista de cambios ejecutados por el gobierno tras la derrota en las PASO.

"Esperamos sea una herramienta que se construya y se consolide más allá de esta gestión para aportar una comunicación pública democrática y una conversación global acorde a los nuevos tiempos", finalizó el jefe de Estado.

Un sistema de comunicación "renovado"

Cuando Juan Pablo Biondi presentó su renuncia (la única verdaderamente indeclinable) tras la crisis de gabinete post carta bomba de CFK que debió sortear la administración del Frente de Todos, el presidente perdió a uno de sus laderos de mayor confianza. A pesar de los señalamientos altisonantes de la vice en su demoledor texto donde le apuntaba a la cabeza, Biondi nunca ocupó el rol de vocero de Alberto. "Lo acompañaba a todos lados y resolvía muchos problemas de gestión que surgen siempre en lo coyuntural, pero no ejercía ninguna vocería", confiaron fuentes oficiales.

Esa permanencia 24x24 a disposición del presidente y esa confianza personal que ambos se tenían en la diaria, provocaba otro efecto colateral: le hacía perder la perspectiva imprescindible para diseñar e instrumentar una estrategia de comunicación gubernamental que tenga como objetivo planificar la difusión de los temas de gestión y establecer los mecanismos para que se concrete.

"Juan Pablo hablaba con algunos periodistas y podía organizar algún encuentro en off o entrevista, pero la mayoría de los contactos los hacía directamente Alberto, con lo cual era muy difícil organizar el discurso oficial porque vos coordinabas para salir a instalar un tema de gestión y el presidente aparecía hablando en radio esa mañana y respondía una pregunta sobre otra cuestión y toda la agenda se te iba a la mierda", admiten desde la Rosada. 

Con la llegada de la dupla Juan Ross y Valeria Zapesochny al gabinete (uno en reemplazo de Biondi y la otra para sustituir a Pancho Meritello) comenzó a percibirse una intención de organizar un "sistema" que contemple aspectos básicos. Por lo pronto, armar una agenda de temas que se necesitan instalar y designar a los voceros correspondientes para que ejerzan esa tarea. Por sus formaciones y experiencia, Ross y Zapesochny se complementan perfectamente, ya que Juan conoce más los vericuetos legales de la administración pública y Valeria es una experta en el armado de estrategias de comunicación institucional.

"Este gobierno está haciendo cosas muy importantes que a veces pasan desapercibidas en los medios, es necesario trabajar más los temas, profundizarlos, ampliar los voceros para ensanchar la base de sustentación de cada iniciativa y planificar para instalarlos en agenda, no pueden quedar solo en el título del día", explicó un analista político de diálogo fluido con el Presidente.

El otro gran desafío es lograr que Alberto respete el sistema diseñado por su propio equipo. De nada sirve proyectar una estrategia si después el propio capitán del equipo te patea la pelota afuera de la cancha. "Si la decisión es salir esta semana a instalar el tema de, por ejemplo, la sustitución de los planes sociales por empleo registrado, no es conveniente que el presidente salga de motu propio a hablar sobre la visión de Clarín acerca de la renuncia de un miembro de la Corte Suprema, porque te cambia la orientación informativa pensada por la estrategia", detalló el experto. 

En este contexto, Fernández deberá "muñequear" como buen piloto de tormentas al frente del timón para evitar que la incorporación de Cerruti no provoque nuevos cortocircuitos en el esquema de comunicación presidencial que, tras el vendaval post PASO, parecía haber encontrado un rumbo.