Gobernadores piden a Milei una audiencia por el derrumbe de la coparticipación y la falta de obra pública
Mandatarios provinciales de distintos signos políticos se juntan en la Ciudad para discutir cómo hacer frente a la caída de las transferencias automáticas. Apuntan contra el ajuste de Nación, denuncian pérdidas millonarias y reclaman nuevas herramientas para sostener la obra pública.
Gobernadores de distintos partidos políticos acordaron pedir una reunión al presidente Javier Milei por la paralización de la obra pública y la caída de las transferencias del dinero a las provincias.
La excusa oficial del encuentro fue analizar “nuevas fuentes de financiamiento para el desarrollo de una infraestructura federal”. Pero puertas adentro el foco estuvo puesto en el derrumbe de las transferencias automáticas que las provincias vienen sufriendo desde que empezó el año. El encuentro es presidido por el titular del CFI, Ignacio Lamothe, y entre los presentes se destacan gobernadores como Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Alfredo Cornejo (Mendoza), Ricardo Quintela (La Rioja), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Marcelo Orrego (San Juan), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Raúl Jalil (Catamarca), entre otros.
Antes de la cumbre, comenzó a circular un documento interno entre los gobernadores con datos alarmantes: según la Comisión Federal de Impuestos, las transferencias automáticas podrían caer un 4,2% en 2025, lo que equivale a una pérdida de casi 2,5 billones de pesos en moneda homogénea, es decir, el 0,3% del PBI. Pero si se compara con 2023, la pérdida es más pronunciada: un retroceso del 12%, es decir, $7,4 billones menos para provincias y CABA, cerca del 1% del producto bruto. “Las decisiones de política tributaria del Gobierno Nacional están desfinanciando a las provincias”, advirtieron varios mandatarios.
Entre los puntos que señalan están la “derogación de la suspensión de los certificados de exclusión referidos a la percepción del impuesto a las ganancias y al IVA”, “la modificación del cálculo de anticipos de Ganancias para Sociedades”, y la “reducción o eliminación de impuestos internos para productos importados como celulares, televisores y aires acondicionados”. Todo eso repercute directamente sobre la base imponible de los impuestos coparticipables, como Ganancias e IVA, dos pilares del reparto automático de fondos.
Otro de los puntos “fuertes” es la falta de terminación de varias obras públicas en distintas provincias y la decisión de no transferirlas a los gobernadores para que las completen. “Si no van a terminarlas (a las obras) que por lo menos nos las transfieran para que nosotros las terminemos”, dijo la semana el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
En el mismo sentido se expresó el mandatario de Rio Negro, Alberto Weretilneck, quien afirmó que el mal estado de las rutas nacionales que atraviesan el territorio de esa provincia “es el reflejo de un país donde Buenos Aires decide y las provincias pagan las consecuencias". A través de su cuenta en la red social X, Wewtilneck afirmó que “La producción sigue saliendo por caminos destrozados, los turistas llegan por rutas intransitables y la gente se juega la vida todos los días”. Seguidamente, aseguró que la respuesta es siempre la misma: «Que no hay plata».
A cambio de este pedido de más fondos y que se terminen o transfieran las obras públicas, los gobernadores comenzaron la posible analizar el borrador de la reforma de Ley Tributaria que el Gobierno confía enviar después de las elecciones y que requiere el apoyo de la mayoría de los mandatarios provinciales.
La falta de transferencias y la negociación
Un informe de Politikón Chaco publicado el jueves reveló que en mayo las transferencias cayeron un 23,5% interanual. La explicación está en los guarismos atípicos del mismo mes en 2023, cuando las ganancias extraordinarias de empresas con activos dolarizados –tras la devaluación post PASO– inflaron la recaudación. Este año, con menor actividad y menos consumo, los números muestran la otra cara: caída del 1,9% en IVA ajustado por inflación y un desplome del 39,8% en Ganancias, según el CEPA.
Por provincias, los datos varían pero son igual de preocupantes. En mayo, Salta fue la que menos perdió (-19,1%), mientras que la Ciudad de Buenos Aires encabezó la caída con un -26,1%. En el acumulado del año, hubo $23,1 billones en transferencias automáticas y una expansión real del 2,7%, pero muy por debajo de las necesidades reales de los distritos. El mayor deterioro se registró en la Patagonia, con cifras superiores al -26% en Río Negro, Tierra del Fuego y Santa Cruz.
En paralelo, la Casa Rosada lanzó una estrategia para sumar gobernadores al llamado “plan colchón”, una especie de Régimen de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos, con el que busca que los dólares que están fuera del sistema vuelvan a circular. El oficialismo promete que la medida puede traducirse en mayores ingresos por IVA e Ingresos Brutos para las provincias, en un año donde todo indica que la recaudación será floja.
Por ahora, ya se sumaron Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos). Desde el entorno de otros mandatarios reconocen que hay diálogo abierto, aunque también mucha desconfianza. Mientras tanto, los gobernadores buscan alternativas para mantener viva la obra pública sin depender del humor de la Casa Rosada. El punto en común es claro: el ajuste nacional no puede recaer solo en las provincias.
El 45% de los ingresos provinciales en 2024 provino de la coparticipación federal, con ratios que superan el 60% en al menos 12 distritos del país. Esa dependencia estructural es lo que explica la preocupación creciente. En un contexto de inflación persistente y consumo retraído, cada punto que pierde la recaudación nacional se siente el doble en las provincias. Y la tensión con el Gobierno de Milei, que ya es evidente, todavía tiene margen para escalar.