Este viernes la Ciudad de Buenos Aires tuvo algo para festejar: fue la primera vez desde los momentos más álgidos de la pandemia que la estadística oficial no registró ningún fallecimiento por Covid en su territorio. Esto significa, lisa y llanamente, que el peor escenario epidemiológico parece haber quedado atrás y que los reportes de muertes y contagiados con números que aterraban a los responsables del sistema de salud, son solo un triste recuerdo.

Sin embargo, detrás de esta gran noticia, hay un escenario que la administración de Horacio Rodríguez Larreta enfrenta: cómo readaptar la estructura gubernamental que se sobredimensionó  para asistir la enorme demanda generada durante el pico de la pandemia.

Cómo es lógico suponer, el primer gran conflicto se presenta en el sector de la salud, donde -además de los recursos materiales adquiridos- el gobierno porteño debe resolver también que hacer con el personal contratado. La primera respuesta a la problemática la dio el 30 de septiembre con la publicación en el Boletín Oficial de la Resolución 871 que habilita "la baja" de dicho personal. 

Desde la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE) y la Agrupación de Hospitales de la Ciudad de Buenos Aires de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) denunciaron que a partir del jueves, día que se publicó la medida, en el Hospital Durand no le renovaron el contrato a 184 trabajadores.

"En todos los hospitales de la ciudad ingresaron unas dos mil enfermeras, que también padecen esa situación, ya que cumplieron tareas en plena pandemia y, ahora, nadie les responde a la hora de renovar sus respectivos contratos", sostuvo Héctor Ortiz de ATE.

"En todos los hospitales de la ciudad ingresaron unas 2 mil enfermeras, que también padecen esa situación, ya que cumplieron tareas en plena pandemia y, ahora, nadie les responde a la hora de renovar sus respectivos contratos", puntualizó Ortiz.

Carolina Cáceres, enfermera del Hospital Tornú y referente de ALE, hizo hincapié en "los problemas estructurales de la salud pública en la ciudad y las condiciones salariales y laborales del personal, en especial en el área de enfermería, no fueron resueltas", afirmó, por lo que el sector exigirá la reasignación de personal contratado y su pase a planta.

En el mismo sentido, se expresó Andrea Ramírez, enfermera del Hospital Ramos Mejía y también referente de la ALE, quien indicó que "durante la pandemia se contrató en condiciones de extrema precarización a personal que cumplió tareas en vacunatorios y postas y pasaron la prueba". 

Claudia Ferreyra, licenciada en enfermera del Hospital Rivadavia, explicó a Data Clave que "este año se jubila mucha gente en los hospitales, además de otras que quedaron con secuelas pos covid 19 y es la primera vez que las salas tienen personal para poder trabajar y hay mucha demanda de atención en este momento".

En ese marco, la enfermera especificó: "Yo estoy en cirugía y si despiden a las contratadas que trabajan conmigo quedaríamos dos enfermeras para atender a doce hombres y a veces hasta veinte mujeres".

Desde la conducción de la Rama Salud de ATE, el histórico dirigente Rodolfo Arrechea, quien se desempeña en el hospital Rivadavia, explicó a Data Clave que "el personal de enfermería que prestó tareas durante la pandemia va a quedar, entraron como monotributistas, en planta transitoria pero ya le están dando ficha municipal y están incluidos en el presupuesto del año que viene".

"A quienes no le renuevan el contrato son los de las postas, lo que hacen testeos", detalló Arrechea. 

Todo indica que la decisión del gobierno fue tomada luego que se hicieran públicas las listas de personal despedido de diferentes hospitales. Data Clave tuvo acceso a una de ellas, donde se consignan los nombres de enfermeros y enfermeras cuyos contratos laborales cesaron y datan del 28 de septiembre, dos días antes de la publicación de la Resolución.

Esa normativa sostiene que, por medio de un DNU, el Gobierno porteño dispuso "incorporar enfermeros para prevenir y reducir el riesgo de contagio en la población por covid-19". Las incorporaciones comenzaron el 15 de marzo de 2020 y luego se realizaron prórrogas hasta fines del mes pasado. Fuentes de los sindicatos coinciden que existe la posibilidad de una nueva prórroga para los enfermos, pero quienes se desempeñaron en postas o vacunatorios ya fueron desvinculados. 

En caso de no encontrar una solución, varias fuentes consultadas por este portal aseguraron que está latente la amenaza de un paro en los hospitales dependientes de la Ciudad de Buenos Aires.