"Lo que tenemos que evitar es que el contexto internacional conflictivo termine impactando en los precios internos de la Argentina y nos dispare la inflación". La frase se la dijo Alberto Fernández a uno de sus colaboradores directos tras el encuentro que mantuvo este lunes en la quinta de Olivos con los ministros de Economía Martín Guzmán, de Agricultura Julián Domínguez y de Desarrollo Productivo Matías Kulfas.

"Comparar esta situación con lo ocurrido durante el segundo gobierno de Cristina (Kirchner) es un error grosero, acá no hay guerra contra el campo, ni disputa ideológica, lo que pretendemos es regular desde el Estado que la suba de los commodities por el conflicto entre Rusia y Ucrania, impacte negativamente en nuestro país, para lo cual debemos desacoplar los precios internos de los internacionales", completó el mandatario.

El plan consiste en acordar con las compañías aceiteras y los molinos antes de que concluya esta semana para contener lo que Guzmán denomina "inflación de alimentos", un fenómeno global derivado de la circunstancia bélica en el este europeo, que llevó a super potencias como China a "acopiar trigo con fines estratégicos".

"Vamos a tener una guerra larga que va a impactar fuertemente en los precios de los alimentos a nivel global, los chinos son sabios, por algo acopian materias primas, porque quieren evitar una crisis alimentaria", comentaron en el entorno del mandatario tras el encuentro.

Gobierno quiere evitar otro frente de conflicto y negocia con el campo no tocar retenciones

La articulación política para evitar el conflicto, incluye al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, que se interiorizó de la situación durante un encuentro que mantuvo con Domínguez, donde el titular de la cartera agropecuaria le manifestó la inconveniencia de avanzar con la decisión de aumentar las retenciones de los derivados de la soja, porque "no va a tener ningún impacto positivo".

"Wado le explicó a Julián que no hay ninguna intención por parte de Cristina de escalar el conflicto y que entienden que lo mejor que puede ocurrirnos en este contexto es acordar por vía de la negociación", comentó a Data Clave un allegado a Domínguez. "Además está claro que no solo se van a plantar las entidades, también hay ruido interno con los gobernadores peronistas que no quieren tener conflicto con el campo", completó la fuente.

La idea de Fernández es resolver esta semana el diferendo, una vez más, mediante el camino del diálogo. Para ello tiene previsto continuar este martes con los encuentros, en los que pretende evitar un nuevo frente interno en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, mientras los integrantes de la Comisión de Entidades Agropecuarias ya se pintan la cara para dar la pelea.