Guillermo Castello es, sin dudas, uno de los diputados más polémicos de la Legislatura bonaerense. Sus posturas, como votar en contra de la paridad de género o a favor de derogar una ley que obliga a referirse a los 30 mil desaparecidos de la dictadura cívico-militar, lo llevaron a separarse del bloque de Juntos por el Cambio en los últimos años de gobierno de María Eugenia Vidal.

Ahora, como parte de la bancada de tres diputados que Avanza Libertad tiene en la Cámara baja, Castello se siente más cerca de una mirada ideológica que se sintetiza “en un nuevo clima de época en Argentina, que se está viendo en las redes y en la tele: el auge del liberalismo. A veces se mezcla un poco con el antisistema, pero lo que se ve es que una parte importante de la sociedad está buscando alternativas al discurso dominante y a las políticas públicas que se llevaron adelante en los últimos 40 años”.

Data Clave: ¿Ve que la aceptación de parte de la sociedad a los libertarios es algo de época o que llegó para quedarse?

Guillermo Castello: Es algo que se va a consolidar. Las ideas liberales van a tener una nueva oportunidad. Es un proceso parecido al que se inició en el 87-88 con la Unión para la Apertura Universitaria (UPAU) y que terminó desembocando en que (Carlos) Menem, de manera desprolija, como lamentablemente suele hacer las cosas el peronismo, aplique algunas de esas banderas durante sus dos mandatos. Con desregularización de la economía, privatizaciones y apertura al mundo.

Data Clave: ¿Puede pasar lo mismo?

G.C.: No sé si a través de un gobierno liberal o con una alianza. Esto va a in crescendo. La gente reclama nuevas soluciones. El populismo y la social democracia ya no tienen respuestas. La solución no viene por el PJ y la UCR.

Data Clave: ¿Y el PRO?

G.C.: El PRO no tiene ideología. Y seguro eso lo lleve a un problema. Estamos muy lejos de ciertos personajes de la política del PRO como del peronismo.

Data Clave: ¿Se sienten cercanos a Patricia Bullrich?

G.C.: Desde el discurso tiene más claro lo que quiere. Manifiesta otra cosa. Hace hincapié en cuestiones distintas. Si el PRO va por ese lado va a tener más posibilidades, pero tienen una grieta interna muy grande. Y nosotros queremos convertirnos en la tercera vía.

Data Clave: Más allá de las diferencias entre el oficialismo y Juntos, ¿cree que hay un arreglo de cogobernabilidad?

G.C.: Sí. Y cuando miro para atrás siempre hubo acuerdos entre el PJ y la UCR. Y el radicalismo no puede no hacerse cargo de eso. Ellos cogobernaron. Perdieron la mayoría de las elecciones, pero  siempre estuvieron presentes. La gente nos votó para diferenciarnos de la partidocracia. Somos representantes genuinos de estas ideas.

Data Clave: Y en ese camino, ¿qué rol juega José Luis Espert?

G.C.: Espert fue el que dio el paso en 2019, cuando era un pecado hablar de liberalismo. A través de los debates dejó la semilla. Primero a partir de él y después con Milei. En medio de una batalla cultural. Y en ese camino, Milei me parece un emergente de esta necesidad. Canaliza una necesidad social. Se hizo visible y me parece que es necesario que la gente que no se había metido en política, se involucre.

Data Clave: ¿Cómo ve que ceda su dieta? ¿Haría lo mismo?

G.C.: Me parece que cada uno debe hacer lo que quiera. Las situaciones son distintas. Yo tengo que vivir de esto. Si fuera una estrella como Milei, quizá sería distinto. Filosóficamente, los empleados públicos deben cobrar por lo que hacen porque si no termina siendo una actividad de rico. Si uno hace un trabajo, tiene que recibir un salario.

Data Clave: Le cambio de tema. En la Provincia se analizan medidas vinculadas al pasaporte sanitario para distintas actividades o medios de transporte. ¿Qué le parece?

G.C.: Es un horror. Es un paso gigante del totalitarismo sobre la vida de las personas. No hay justificación. Es una impostura de clase política para decir que se está haciendo algo. Imponer un pase sanitario es una locura porque generás ciudadanos de primera y de segunda. Hay gente que no quiere inocularse porque no está todavía aprobada. No se la puede obligar. Los plazos tienen entre 6 u 8 años y no podés dejar a la gente afuera por no ser conejillos de indias.

Data Clave: ¿Se vacunó?

G.C.: No, pero no soy antivacunas. Tengo mi calendario completo en vacunas que fueron aprobadas con su investigación correspondiente. Lo que veo es una imposición políticamente correcta para que todos hagan lo mismo. Respeto la autonomía individual. Mi hija tiene 14 años, se quiso inocular, y lo hizo.

Data Clave: Cierre con Kicillof. ¿Cómo analiza su gestión?

G.C.: No arrancó. No tiene impronta. No se ha desarrollado y veo difícil que lo pueda hacer porque no tiene material humano. Lo vemos a Berni, que hace escándalos y es puro gesto y es justamente eso: un gobierno de gestos. Con Berni como la estrella para correr el foco de los temas que realmente importan.