Halcones o palomas, esa es la cuestión. Y en esa disyuntiva anda el PRO de cara a la posibilidad de comenzar a sembrar el camino rumbo al 2023. Las opciones comienzan a tomar forma y mientras los intendentes buscan la representación interna de algún colega del Conurbano, el sector amarillo de la presidenta del partido, Patricia Bullrich, ya comenzó a jugar fuerte para ver cuál es la reacción del electorado ante algunos de los nombres que comienzan a aparecer en el camino.

Claro, el larretismo no se detiene. Y, como se sabe, el diputado nacional Diego Santilli tiene decidido no perder el envión mediático que le dejó su participación como primero en la lista de candidatos a la Cámara baja del Congreso en las recientes elecciones de noviembre.

Ante esta situación, Bullrich salió a recorrer distintos distritos del interior bonaerense para, con el termómetro en mano, tomar la temperatura de cada lugar visitado en pos de poder recibir todas las consultas posibles con el fin de sumar propuestas dirigidas a una devolución clara.

Y como aliado principal se llevó a Javier Iguacel, su excompañero de Gabinete durante la presidencia de Mauricio Macri, quien hoy está al frente de Capitán Sarmiento, uno de los distritos más pequeños de toda la Provincia.

La intención de Bullrich es simple: ver qué tipo de respuesta tiene la figura del exministro de Energía. Y, como era de esperar, la respuesta interna no tardó en llegar. “Si le preguntás a la gente qué fue lo peor de nuestro gobierno, todos te responden lo mismo: los famosos tarifazos. ¿Y como partido, nosotros queremos volver a traernos esa referencia?”, se pregunta un dirigente larretista en diálogo con Data Clave. Y agrega: “Cada uno pone los jugadores en cancha que tiene y que considera útiles, pero no hay que pegarse un tiro en una pierna porque nos perjudica a todos. Igual, lo de Iguacel, me parece más una puesta en escena de él que de Bullrich”.

Vale recordar que Iguacel debió renunciar en diciembre de 2018 a la Secretaría de Energía apenas un día después de lo que fue el anuncio del aumento de tarifas de luz y gas para 2019.

En los últimos días, desde el gremio de Vialidad denunciaron que Iguacel también tenía su “mesa judicial”. “Nos hacían denuncias penales por tonterías. El señor Iguacel hizo una por un vidrio roto en un día de movilización. Era imposible esa acusación, cuando fue la gente de mantenimiento el vidrió estaba puesto, nunca se cayó. Carolina Rodríguez, la gerenta de Recursos Humanos, nos denunciaba si se caía un clavo, si se rompía una pared. Era permanente: sumarios, pedido de sumarios. Siempre contra nosotros, si bien éramos más de un gremio los que podíamos estar en conflicto, todas las denuncias se hicieron a representantes de nuestro sindicato. Se metieron con áreas donde la mayoría era afiliados nuestros”, le aseguró al diario Tiempo Argentino la secretaria general del sindicato, Graciela Aleña.

Con este recorrido, Iguacel salió a mostrarse cerca de Bullrich con la intención de comenzar a posicionarse dentro de un armado interno que no le da la mano a la posibilidad de generar las condiciones para avanzar con su proyecto de gobernación.