Incertidumbre en Córdoba: Nestlé paraliza su planta y obliga a vacaciones forzadas
La multinacional láctea paraliza su planta en Villa Nueva durante todo marzo por la caída de las exportaciones. Más de 170 empleados deberán tomarse su descanso de manera forzosa, lo que encendió la alarma en el gremio. Denuncia en el Ministerio de Trabajo y temor por el futuro.
La planta de Nestlé en Villa Nueva, Córdoba, detendrá su producción durante todo marzo y enviará de vacaciones a sus trabajadores, una decisión que la empresa atribuye a la caída de las exportaciones y la necesidad de adecuarse a la demanda local. Desde la compañía aseguran que se trata de una medida programada y temporal, pero entre los empleados hay preocupación por el impacto de la decisión y el futuro de la fábrica.
El Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) denunció que la noticia tomó por sorpresa a los más de 170 empleados, quienes fueron informados de que todos debían tomarse sus vacaciones en marzo, sin excepción. “Nos llamaron la semana pasada para avisarnos que la planta iba a parar su producción todo marzo y que, por ende, iban a dar vacaciones a todos”, explicó Fernando Páez, secretario general del gremio en Villa María.
La fábrica, ubicada a 150 kilómetros de la capital provincial, está especializada en la producción de leche en polvo, descremada, entera e instantánea, además de fórmulas infantiles con el formato UHT (tratamiento a ultra alta temperatura). Aunque tiene capacidad para procesar un millón de litros de leche por día, actualmente solo está operando al 40% de su capacidad.
Según la compañía, la suspensión temporal busca minimizar el impacto en los trabajadores y en la cadena productiva. Sin embargo, Páez advirtió que la forma en la que se implementó la medida generó malestar. “Fue una imposición. Todos se las tienen que tomar sí o sí, de manera forzosa”, denunció el gremialista.
El sindicato realizó una denuncia en el Ministerio de Trabajo y consiguió una audiencia para la próxima semana. “Queremos explicaciones más profundas porque creemos que esto es el comienzo de algo más grande. No queremos ser alarmistas, pero ya hay empleados a los que les dieron vacaciones hasta mediados de abril”, sostuvo Páez, dejando entrever la posibilidad de una paralización extendida.
La incertidumbre crece entre los trabajadores, que temen que la suspensión de la producción sea el preludio de medidas más drásticas. “Esta empresa ha atravesado varias crisis, pero nunca tomó una determinación así. La planta no está operando al 100% y no sabemos qué viene después. Son 200 familias que están pensando cuál va a ser el futuro de la fábrica”, alertó el dirigente sindical.
El Ministerio de Trabajo deberá evaluar la situación en la audiencia prevista para la próxima semana. Mientras tanto, el gremio insiste en que la multinacional aclare su plan a mediano plazo para despejar el temor de los empleados.