Intendentes radicales se plantan ante un posible pacto con Milei y el PRO en PBA
Mientras crece el entusiasmo en el oficialismo por un frente "anti K", un grupo de jefes comunales boina blanca busca frenar cualquier intento de alianza entre la UCR y La Libertad Avanza. Mañana se reunirán con la conducción partidaria en La Plata para fijar posición.
La interna dentro de la Unión Cívica Radical en la provincia de Buenos Aires volvió a escalar y esta vez el conflicto tiene nombre y apellido: la posibilidad de cerrar filas junto a La Libertad Avanza en un frente anti kirchnerista. Mientras desde la Casa Rosada aseguran que hay negociaciones con sectores del radicalismo bonaerense, un grupo de intendentes se organiza para bloquear cualquier intento de alianza.
El Foro de Intendentes Radicales, que reúne a 27 jefes comunales de la provincia, convocó para este miércoles una reunión clave con la conducción partidaria. El encuentro será en La Plata y tendrá como principal objetivo dejar en claro que no hay aval territorial para una alianza con los libertarios. “Él es un dirigente, no es el partido. Puede haber un acuerdo de nombres pero el radicalismo está muy lejos de LLA”, sostienen desde el entorno de estos jefes comunales, en alusión a las conversaciones que mantiene el senador Maximiliano Abad con el oficialismo.
El malestar se encendió este martes por la mañana, cuando el diputado José Luis Espert (quien suena como posible candidato en la provincia) volvió a invitar a la UCR a sumarse a un espacio “anti miseria, anti kirchnerista”. Las palabras del economista no cayeron bien entre los intendentes, que ya venían manteniendo encuentros para analizar la estrategia de cara a las elecciones legislativas de 2025. En ese sentido, consideran que lo que está en juego no es solo una decisión política, sino la viabilidad de la convivencia en municipios donde se gestionan gobiernos de coalición.
Por ahora, los jefes comunales buscan marcarle la cancha al radicalismo bonaerense y evitar que la rosca nacional termine condicionando sus territorios. En muchos distritos, la realidad política dista del esquema binario propuesto por el acuerdo entre el PRO y Milei. En gabinetes y concejos deliberantes, la convivencia entre distintas fuerzas es moneda corriente, y una alianza cerrada desde arriba podría desarmar equilibrios que costaron años de construcción.
El armado del nuevo frente opositor tuvo un capítulo fuerte esta semana con el acuerdo entre Cristian Ritondo y Karina Milei, que activó los motores del operativo político en Buenos Aires. En diálogo con Radio Mitre, Ritondo fue claro: “El PRO tiene muchos y valiosos dirigentes, intendentes, legisladores, estructura partidaria para fiscalizar, y LLA tiene una marca que tracciona votos. No importa el color del cartel, sino el futuro del país: dos colores unidos, para derrotar al populismo en la provincia de Buenos Aires”. Sus declaraciones encendieron alarmas en la UCR.
El PRO celebra la idea de una gran coalición opositora pensando en 2025, pero ya proyecta 2027. “Vamos a ir juntos y vamos a construir una alternativa para 2027 que permitirá recuperar para los bonaerenses políticas públicas de calidad”, insistió Ritondo. Esa perspectiva entusiasma a los halcones amarillos, pero choca de frente con el posicionamiento del radicalismo territorial.
Mañana, el mensaje de los intendentes ante Miguel Fernández, presidente del Comité de Contingencia de la UCR bonaerense, será directo: “A nivel partido es imposible que actuemos como el PRO. No vemos ni cerca la posibilidad de un acuerdo porque no es la voluntad de la totalidad. Además en los comités de distrito tampoco se ve posibilidad”. La cita podría marcar el rumbo de un sector clave dentro del radicalismo, que no quiere quedar absorbido por la lógica libertaria ni por una coalición que perciben como ajena.
Actualmente, los 27 intendentes radicales representan un activo estratégico para el partido. Durante la etapa de Juntos por el Cambio, fueron pieza central del entramado provincial. Hoy, con el nuevo mapa político, buscan preservar su autonomía y evitar que la UCR se diluya en un esquema conducido por Karina Milei y Javier Milei, con el PRO como socio prioritario. El futuro del radicalismo bonaerense se juega tanto en la rosca como en el territorio.