Todavía no hay diálogo y, por el momento, cada uno atiende su juego”. No se trata del Antón Pirulero, pero bien podría serlo a juzgar por cómo maneja la interna, cada uno de los sectores enfrentados, en el peronismo bonaerense. La frase, que corresponde a un dirigente provincial, quien dice solo mover “en favor de la unidad”, expone mucho de lo que hoy sucede en PBA, donde la presidenta del PJ nacional, Cristina Fernández, y el gobernador Axel Kicillof no logran dar con un punto de encuentro. Y, por el momento, tampoco lo buscan.

Ambos referentes están abocados a mover sus fichas como si no hubiera posibilidad de bajar las tensiones y el único paso a seguir fuese la fractura del movimiento. Cada uno aprieta hasta donde puede con la intención de generar una respuesta del otro lado que los vuelva a encontrar en la unidad. Pero las formas no suman. Ninguno se corre un centímetro de su intención.

Lo que está en juego no es poco: la discusión pasa por un liderazgo que hasta hace poco tiempo atrás parecía no tener cuestionamientos a viva voz. Sin embargo, la derrota en los comicios del 2021 y la dura caída en 2023 se sumaron a otras elecciones en las que el peronismo no logró imponerse y fueron muchos los dirigentes que empezaron a cuestionar a CFK como única líder.

En ese camino andan los integrantes del Movimiento Derecho al Futuro que tiene a Kicillof como su principal referente. La corriente, que cuenta con el apoyo teritorial de másde 40 jefes comunales está dispuesta a ir por todo y presiona hacia adentro por el armado de lo que serán las listas camino al 7 de septiembre.

Sin embargo, desde el kirchnerismo duro tienen otra idea. Y cuando aparecen las diferencias más notorias no tardan en sacar la carta de CFK como candidata en la tercera sección electoral a modo de muro de contención para algunos envalentonados que no ven con malos ojos la idea de una fractura.

Interna CFK-Kicillof con hoja de ruta propia, sin diálogo y ante el temor de fractura

La presión de ambos sectores es profunda. “Cristina quiere la unidad”, le dice a Data Clave un referente bonaerense del kirchnerismo duro. Aunque agrega “si hay pelea le armamos lista en todos los distritos con Cristina y como mínimo les hacemos perder los concejos deliberantes a casi todos”.

La distancia es ancha pero a los tiempos de la política todavía queda mucho camino rumbo al próximo 9 de julio, cuando se presentarán las alianzas y para diez días más tarde, cuando finalmente se den a conocer cómo quedarán conformadas las listas en cada uno de las secciones electorales.

Territorios

El gobernador visitó en las últimas horas el distrito de Laprida, donde manda Alfredo Fisher, uno de los siete jefes comunales propios que tiene el kicillofismo en la sexta sección. Las diferencias en la región no son la excepción. Y justamente hacia allí viajaron seis de los intendentes propios. No pasó lo mismo con los jefes comunales alineados al kirchnerismo duro ni al Frente Renovador.

La intención de los jefes comunales es darle forma a la mesa en una región donde Bahía Blanca, la cabecera, es manejada por el camporista Federico Susbielles. En la mesa de intendentes axelistas se alistan Ariel Succurro (Salliqueló), Alejandro Acerbo (Daireaux), Rodrigo Aristimuño (Punta Alta), José Nobre Ferreira (Guaminí), Alfredo Fisher (Laprida), Julio Marini (Benito Juárez) y Ricardo Moccero (Coronel Suárez).

Cabe recordar que en los últimos días, Moccero no dudo en asegurar que “La Cámpora está muy mal vista en el interior” y que la unidad con el espacio que lidera Máximo Kirchnerno sirve. Además aseguró que Cristina Fernández “ya fue”.

Interna CFK-Kicillof con hoja de ruta propia, sin diálogo y ante el temor de fractura

La intención en la sexta como en el resto de los distritos del interior es contar con una mesa a favor del gobernador, algo que va camino a concretarse y que, según le confiaron desde el gobierno provincial a Data Clave, se terminará de concretar antes del 31 de mayo, cuando el gobernador lleve adelante el acto en el que lanzará de manera oficial el Movimiento Derecho al Futuro.

Como era de esperar el encuentro no fue visto con buenos ejes por quienes se mueven en favor del kirchnerismo duro. Lo ven como una afrenta a CFK y no como un respaldo al gobernador. Consideran que “ese tipo de fotos son más para romper que para unir”.

Algo similar sucedió en las últimas horas en la segunda sección, donde el ministro de Desarrollo para la Comunidad, Andrés Larroque, recorrió el distrito de Campana junto a Sebastián Abella (PRO), para asistir a los damnificados del temporal. La visita no cayó bien en el kirchnerismo. La diputada Soledad Alonso fue clara: “¿No me avisás que venís porque banco a Cristina?”, le contestó por redes sociales.

Interna CFK-Kicillof con hoja de ruta propia, sin diálogo y ante el temor de fractura

Abandonen la interna que la gente tiene necesidades y sos ministro”, agregó. Sin embargo, las respuestas de los vecinos no tardaron en aparecer: “Tu comentario es todo lo que el ciudadano no quiere. Ocupate de la ciudad que bastante mal la pasó en lugar de preocuparte por la foto”, aseguró una usuaria. 

Este tipo de situaciones se viene repitiendo en diferentes distritos. Y es por esto que hay bronca. “Se mueven como si ya no fuésemos parte del mismo espacio. Es una mirada muy mezquina”, le dijo a este medio un dirigente de la séptima sección alineado a La Cámpora.

Así las cosas, lo que resta por ver es de qué manera se acomodará la interna de cara a lo que promete ser una elección que funcionará como bisagra para el futuro del peronismo en la Provincia.