La reunión de intendentes PRO en La Plata dejó algunas certezas y varias dudas internas. Y es que más allá de que, en lo comunicacional, se tomó como una foto de unidad, de fondo “pasaron cosas”.

Pese a que el título se enfocó en el apoyo de los jefes comunales a la boleta única, lo que se discutió de fondo fueron las candidaturas rumbo a 2023 y el rol de los intendentes en ese camino.

Durante la reunión realizada en el Club San Luis, los intendentes dejaron en claro que de nada sirven las discusiones internas que se dan arriba y hasta pidieron un lugar de representación en la mesa nacional.

El objetivo de los alcaldes PRO es potenciar a todos los candidatos que puedan aparecer en el camino a las elecciones bonaerenses del año que viene sin dejar de lado a ninguno. Claro, este mensaje no cayó bien en algunos sectores internos.

Sucede que hasta hace un mes, el diputado nacional Diego Santilli se mostraba como el único aspirante y un número puesto tumbo a la gobernación desde el partido. Sin embargo, la confirmación de que su compañero en el Congreso, Cristian Ritondo, también intentará ir por el mismo lugar generó chispazos hacia adentro.

Los jefes comunales coincidieron en la necesidad de que no sea solo uno el candidato ya que de esa manera “nos bajamos el precios como partido, le dijo a este diario un intendente presente en la reunión. Y agregó: “Que los cruces aparezcan el año que viene. No podemos pelearnos desde hoy. Todos tienen que caminar la Provincia y llegado el momento, el que más aceptación tenga será hacia donde todos apuntemos. Nadie tiene el puesto ganado. Si Cristian (Ritondo), Jorge (Macri) o hasta (Javier) Iguacel quieren jugar, pueden hacerlo y eso no tiene que ofender a nadie”.

La mención tenía un destinatario claro. Y es que ayer iban a ser 17 los intendentes presentes. Sin embargo, hubo una baja de último momento. El jefe comunal Ezequiel Galli avisó a último momento que no iría. Y más allá de las excusas del caso, una fuente interna le contó a Data Clave que el intendente de Olavarría “no se quiso sumar porque está muy ligado a Santilli y no quiere Ritondo salga a ponerle candidato interno a nivel local. No nos podemos permitir este tipo de acciones cuando estamos yendo juntos para lo que más nos sirva a todos”.

De hecho, Galli ya había expresado su descontento el mes pasado cuando el exministro de Seguridad bonaerense se reunión con un ex funcionario municipal del distrito, Dalton Jáuregui, para empezar a focalizar el armado territorial.

Algo similar sucedió con Manuel Passaglia, a cargo de San Nicolás. Sin embargo, avisó de entrada que no sería parte. El intendente tampoco quiso ser parte de un encuentro que apostaba a bajarle la espuma a Santilli. “La idea es jugar de una manera horizontal. Si lo dejamos solo a Diego en la cancha le estamos haciendo un mal a él y al partido. Tenemos que poner al que mejor mide y acompañar”, agregó la misma fuente.

Galli y Passaglia se mostraron de esta manera como los más fieles al armado de Santilli. Y apuestan, por lo bajo, con cumplir algún rol interno en el futuro. “Me gustaría ser ministro en un gobierno de Santilli”, había declarado el mandamás de Olavarría. Su postura así lo marca.