Como contó Data Clave tiempo atrás, este 2023 será un año bisagra para el Movimiento Popular Neuquino. El partido representa una de las dinastías políticas más grandes de los últimos años en el país, y curiosamente se encuentra por fuera de la dinámica de la polarización. Parte de su fortaleza es el arraigo provincial, marca registrada que lo llevó a ganar todas las elecciones ejecutivas en las que participó desde su fundación, hace poco más de 60 años. Pero todo puede cambiar en los próximos meses.

El 16 de abril es la fecha pautada para la cita de los neuquinos con las urnas. El oficialismo sabe que tiene una parada brava y actúa en consecuencia. Sin un sucesor natural al gobernador Omar Gutiérrez, el volantazo para intentar asegurar el triunfo fue unir los comicios con el municipio de Neuquén, que concentra el 50% del padrón. ¿Por qué ponen sus fichas ahí? La capital es gobernada por el emepenista Mariano Gaido, quien le devolvió el color azul a la comuna tras 20 años de derrotas.

Se espera que la “boleta” de Gaido -se votará con Boleta Única Electrónica- traccione y apuntale al vicegobernador Marcos Koopmann, que es el elegido del oficialismo para renovar el crédito provincial. Pero no será una elección más. Un viejo conocido del oficialismo y actual diputado nacional, Rolando Figueroa, pateó el tablero y eligió competir por el sillón provincial “por afuera”, en las generales. Y no se quedó quieto, sumó alianzas de uno y otro lado de la grieta nacional.

Y ese rompimiento en el MPN generó un inevitable movimiento en las fuerzas opositoras. En el seno de Juntos por el Cambio se debatió qué hacer, si ir con candidato propio o acompañar a ‘Rolo’ que mide bien en las encuestas. El PRO no lo dudó, fiel a su política de apoyar al que más rinde en sondeos, se alineó tras Figueroa. Al margen quedaron el diputado nacional Francisco Sánchez, que quería ser gobernador -con el aval de Patricia Bullrich- y el dirigente Jorge Taylor, que tenía aspiraciones de gobernar.

Pero también hubo ruido entre los boina blanca. La Unión Cívica Radical tiene como candidato a otro legislador nacional, el diputado Pablo Cervi. Pero en las últimas horas, el presidente de la UCR provincial, Juan Peláez, renunció a su cargo para ser candidato en la capital con un frente más amplio. ¿Se suma al armado de Figueroa? “Está abierto a esa opción”, confiaron a Data Clave armadores del aspirante a jefe comunal.

“Decidí dejar la presidencia de la UCR Neuquén para ser el candidato de un frente más amplio y diverso que represente los distintos sectores de nuestra ciudad. Seré candidato de un frente amplio y plural, para que la sociedad tenga una opción real, y no testimonial en estas próximas elecciones. Sé que el afiliado y militante radical también nos acompañará”, expresó Peláez a través de un comunicado.

Claro, días atrás, se reunió la Convención de la UCR y resolvió que el radicalismo conformaría una alianza con la CC ARI solamente. También, se decidió que no se autorizaba a los candidatos radicales a intendente o a gobernador de ese espacio a llevar colectoras en apoyo de sus candidaturas. Esto desencadenó en la salida del hasta ahora presidente boina blanca en Neuquén. 

Sucede que Peláez ya había abierto el juego con varios actores. A nivel local, selló una alianza electoral con un viejo conocido del kirchnerismo, el diputado del Parlasur Ramón Rioseco, algo que no cayó nada bien en los radicales de la vieja guardia. De alguna manera, es la crónica de un final anunciado. 

Pero del otro lado de la grieta también están en una encrucijada. En el Frente de Todos saben que no estarán en la pelea grande este año, aunque sus votos podrían inclinar la balanza en un escenario de paridad. En efecto, cuando Figueroa se lanzó como candidato, no fueron pocos los peronistas que sondearon a Rolo para sumarlo a su armado. Ahora, la historia es al revés: puertas adentro del PJ, deberán definir si apoyan su candidatura o si van con nombres propios.

Desde el comienzo de esta gestión nacional era número puesto el exsecretario de Energía Darío Martínez, pero a tono con el derrotero de la gestión y su salida del gobierno, sus chances se fueron diluyendo. En efecto, algunos ya se cortaron solos y anunciaron que jugarán con Figueroa, entre ellos la prima de Santiago Cafiero, la concejala capitalina Ana Servidio.

Ante este panorama, cobra cada vez más fuerza la idea de que en gran parte se definirá la elección en la capital, que además de concentrar la mayoría del electorado, tendrá movimientos en el tablero que pueden cambiar el juego.