Es común escuchar que lo mejor que pueden hacer los amigos para no pelearse es no discutir de política. Es un consejo que también aplica a reuniones familiares. Sin embargo, en la actualidad no existe una frase exacta que grafique la competencia política dentro de un núcleo de amistad. Algo así es lo que atraviesan Diego Santilli y Cristian Ritondo, dos diputados del PRO que son amigos desde hace más de 30 años, pero que ahora compiten para ver quién competirá por la Provincia de Buenos Aires en 2023.

Ambos legisladores mantuvieron una relación fría en el último tiempo que se terminó de recomponer a finales de noviembre, cuando finalizaron las elecciones de medio término que dieron ganador a Juntos por el Cambio en territorio bonaerense. En la campaña, a pesar del respaldo público, hubo gestos que no cayeron bien. Una de ellos fue la jugada de Horacio Rodríguez Larreta de entrecruzar candidatos de Capital a Provincia y viceversa, algo que generó cortocircuitos políticos que, en algunos casos, siguen vigentes hasta el día de hoy.

El traslado de Diego Santilli a la tierra que hoy conduce Axel Kicillof tuvo sus consecuencias. Principalmente porque, además de lanzar la carrera del "Colo" hacia el Congreso, también se empezó a instalar el lema "Santilli gobernador 2023", algo que no cayó bien para el presidente del PRO en la Cámara de Diputados. Como respuesta, Ritondo, en la misma campaña, ratificó que su sueño es ser gobernador bonaerense.

Pasada la tormenta y el roce de la campaña, desde ambos sectores reconocen que actualmente "reina la paz". De hecho, Santilli y Ritondo están haciendo trabajos territoriales para sumar adhesiones de cara al 2023. El último encuentro conjunto fue en el municipio de Zárate, donde cuestionaron al Gobierno nacional por la inseguridad. Fueron recibidos por uno de los concejales del distrito, Marcelo Matzkin y por el diputado provincial Matías Ranzini. La recorrida se dio a poco de que Patricia Bullrich, presidenta del PRO y línea de bandera de los "Halcones", propusiera hacer una visita al municipio de Pilar.

Tweet de Cristian Ritondo

Santilli y Ritondo tienen en claro que esta "primavera" durará hasta que el calendario termine secando las hojas por las apetencias electorales. Y si bien es posible que tengan que competir con radicales y algún aventurado de la Coalición Cívica, lo cierto es que solo un dirigente de PRO podrá acceder a ser solado en "la madre de todas las batallas", como se le suele decir a la contienda electoral por la Provincia de Buenos Aires.

Según una encuesta de la consultora Aresco, la imagen de Diego Santilli y de Cristian Ritondo son muy parecidas en el distrito de La Matanza. El ex jefe de Gobierno porteño, en un universo de 2.000 habitantes matanceros, tiene una imagen positiva del 46,9%, mientras que Ritondo le saca una pequeña ventaja de menos de dos puntos, ubicándolo en el 48,4%. Este diagnóstico se da en la tipificación "positiva + regular positiva". En la imagen "positiva sin regular", Santilli está en 34% y el presidente del PRO en Diputados alcanza el 31,6%.

Desde ambos sectores reconocen que miden "casi igual" en la Provincia de Buenos Aires y que el contexto político será el responsables de saldar las diferencias y aspiraciones de cargo. Pero las formas de llegar al votante son distintas: mientras uno viene trabajando en el territorio desde la época de María Eugenia Vidal, el otro cuenta con el aparato político que baja desde la Ciudad de Buenos Aires.

"Ellos están jugando en otra cancha. Llegan a una ciudad y van con otra estructura. Bajan puertas con 20 personas dos días antes. Hacen una reunión en una plaza y les dan las mesas y las sillas. Se mueven con otro aparato que nosotros no tenemos", deslizan desde el entorno de Ritondo.

Sin embargo, desde ese mismo sector también destacan que su territorio es más "amplio". Desde el espacio de Santilli evitaron expresar una postura, salvo la de buscar reflejar la unidad dentro del PRO y de Juntos por el Cambio. En cuanto a la última recorrida en Zárate, ambos sectores coincidieron en que militarán unidos en los territorios con los que cuenten menor volumen político para garantizar que la oposición supere al oficialismo. "Es una competencia sana", destacaron.

"Son amigos desde hace 35 años, definirán al final del camino. Van a construir imagen y territorio todo lo que puedan y van a militar de la misma forma. Va a terminar encabezando el que mejores posibilidades tenga", cerró otra fuente a Data Clave.