La presencia de Alfredo Cornejo y Martín Lousteau en la presentación del libro de Mauricio Macri dejó una certeza: la coalición se dobla pero no se rompe. Ambos dirigentes juegan dentro del espacio pero exigen que el segundo tiempo se juegue con otros jugadores. Sostienen que el radicalismo fue dócil en los cuatro años macristas y en miras a las elecciones 2021 debe tomar mayor protagonismo. En el PRO y la Coalición Cívica siguen de cerca la interna radical que este domingo se desarrollará en la provincia de Buenos Aires y que podrá definir el perfil que asuma la UCR en los próximos años.

Candidatos

Este domingo, entonces, se desarrollarán las elecciones de la Unión Cívica Radical (UCR) en la provincia de Buenos Aires para elegir a las autoridades del Comité provincial y a los delegados bonaerenses para la Convención Nacional, entre otros cargos partidarios.

Maximiliano Abad es el jefe del interbloque Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Y es el favorito a ganar la elección de este domingo y conducir el partido a nivel provincial. Socio de Daniel Salvador (exvicegobernador 2015-2019), cuenta con el respaldo de gran parte de la estructura nacional de la UCR. Por caso, los jefes radicales del Congreso: Mario Negri y Luis Naidenoff. También del gobernador (Jujuy) Gerardo Morales. 

Oriundo de Mar del Plata, Abad apuesta a la figura de Facundo Manes en miras al 2023 y reivindica el rol que el partido ocupa dentro de Juntos por el Cambio. El politólogo Andrés Malamud también acompaña a Abad. “Éramos un partido con pocos intendentes y diputados nacionales.Éramos un partido que había perdido su autoestima y su vocación de poder. Esa situación se revirtió porque entre 2015 y 2019 recuperamos musculatura. Se recuperó la vocación de poder y sobre esa base vamos a seguir construyendo un partido basado en ideas y liderazgo”, declaró el candidato días atrás. 

Enfrente estará Gustavo Posse, que hizo sus primeros pasos en el radicalismo pero que desfiló por distintos espacios en sus 22 años que lleva como intendente de San Isidro. En 2015 se acercó a Cambiemos y pese a que su relación con María Eugenia Vidal fue buena, hoy regresó al radicalismo con el objetivo de enfrentar al PRO y sumar más protagonismo en la alianza. 

La candidatura de Posse cuenta con el respaldo de Martín Lousteau, Emiliano Yacobbitti y Enrique “Coti” Nosiglia, dirigentes que enfrentan la línea “Negri” y piden “mayor rebeldía” dentro de JxC. Este sector fue derrotado el fin de semana último en Córdoba, pero la diferencia de 2.000 votos fue interpretada como un dato positivo. 

“La UCR fue sometida a una sumisión; no fuimos ni socios menores en Juntos por el Cambio; esto no es culpa del PRO, pero ocurre cuando uno no marca el límite; ratificamos Juntos por el Cambio pero reformulamos la relación con Juntos por el Cambio, y el radicalismo pasa a ser socio pleno y convocante, un socio que está en condiciones de sostener un frente”, fueron algunas de las frases que esbozó Posse en campaña delineando el perfil que espera del radicalismo. 

Qué hay en juego

Además de renovar autoridades, se elegirán en esta elección a los delegados para integrar la Convención Nacional de la UCR, el ámbito que tiene como mandato “elaborar y sancionar el programa del partido para cada período presidencial y las reformas que en su oportunidad sean necesarias”. En el sector de Lousteau reconocen que la elección no es fácil. Pero una derrota ajustada les permitirá sumar espacio en la Convención y así ejercer presión. 

Según pudo averiguar Data Clave, a partir de los pronósticos que trazan en cada sector, Posse apuesta a una victoria “cómoda” en la primera sección electoral (donde el intendente ejerce localía) y una derrota por escaso margen en la tercera sección. La diferencia a favor de Abad se lograría en la sección capital (La Plata) y en la quinta sección (es aquí donde Abad es local).

Por lo dicho, el resto de los socios de Juntos por el Cambio (PRO y Coalición Cívico) estarán atentos a lo que ocurra: una victoria de Posse podrá tensionar aún más relación entre los partidos que integran la coalición opositora.