Pasadas las 4 de la madrugada, el tablero de la Cámara de Diputados informó 202 votos positivos, 37 negativos y 13 abstenciones. El acuerdo con el FMI que tantas horas de negociaciones entre oficialismo y oposición demandó obtenía la media sanción. El garante de la aprobación no fue el Frente de Todos, por el contrario, Juntos por el Cambio fue el que aportó más afirmativos.

El interbloque mayoritario de la oposición se encargó de machacar con este dato durante toda la sesión, aún cuando la votación de los diputados de La Cámpora era una incógnita. Fortalecidos, con un proyecto que rechazó el programa económico de Martín Guzmán, se encargaron de afinar la puntería interna y hacer una reprimenda de los cuatro diputados ausentes que tuvieron en la votación.

Es que el único voto que no permitió la unidad unánime fue Ricardo López Murphy, aislado como monobloque, no tiene que dar explicaciones a ninguno de los miembros fundadores del Frente y puede mantener su identidad “liberal y republicana”. Caso contrario a los cuatro diputados del PRO que eligieron levantarse de sus bancas y hasta no asistir en ningún momento, como el caso de Fernando Iglesias.

“No me gusta que ningún diputado donde su bloque toma una decisión, no la acate”, dijo Cristian Ritondo a Radio 10 este viernes por la mañana, a pocas horas de consumada la sesión de la Cámara baja. En concreto, se refería a Iglesias (CABA) que no asistió en ningún momento al recinto. El legislador macrista es uno de los incondicionales en los debates, nunca pasa desapercibido. Pero no fue el único. El pampeano Martín Maquieyra, figura ascendente en la provincia mediterránea, el patagonico Francisco Sánchez y el fueguino Héctor Stefani también fueron apuntados. Este último incluso fue orador en el debate pero no estuvo al momento de la votación.

“Hay que entender que la opinión mayoritaria es la opinión que se impone en la fuerza política. Se debate internamente y después hacia afuera somos todos parte de un mismo equipo”, sentenció Ritondo, presidente de la bancada del PRO, la pertenencia de los cuatro díscolos.

El caso de Iglesias es el más emblemático. El diputado no suele pasar desapercibido, ni en la interna ni en sus disputas con el oficialismo. “Con él siempre hay algún enojo interno, no sería ésta la excepción”, definió una fuente parlamentaria con acceso al bloque PRO. En el partido amarillo descartan una orden del ex presidente Mauricio Macri y acreditan que algunos diputados “duros” solo hacen caso a los “halcones”. En este caso, la batalla interna la ganaron otros sectores y buscaron la manera para mostrar su disconformidad.

A Juntos por el Cambio le toca revalidar en la Cámara alta la unidad alcanzada en Diputados. De ellos dependerá nuevamente que el proyecto pueda salir ante un Frente de Todos sin quórum propio y con un panorama de pérdida de votos casi segura. “No hay margen para hacer otra cosa”, dijo un referente opositor en los pasillos de Diputados. En el bloque de senadores, esperaban la señal que saldría de la votación de este viernes por la madrugada para confirmar que la posición de unidad tenía la suficiente firmeza anunciada en la previa.