Con el envión de haber golpeado al PRO en la mismísima Ciudad de Buenos Aires, el entorno de Javier Milei huele sangre y ya se lanza de lleno al armado electoral para las legislativas de octubre. Y quien lleva el timón es su hermana, Karina Milei, más empoderada que nunca como jefa de la construcción nacional de La Libertad Avanza (LLA). El objetivo está claro: dejar al kirchnerismo sin aire en las provincias y sumar aliados, incluso entre gobernadores que hasta hace poco se mostraban reticentes.

El ejemplo que entusiasma en la Casa Rosada es Chaco. Allí, el radical Leandro Zdero arrasó en las legislativas provinciales y metió ocho diputados, dos de ellos libertarios. Esa alianza, cocinada desde marzo, fue premiada con $120.000 millones en anticipos financieros desde Nación. El resultado: una relación sin roces y un botín electoral compartido. “Le vamos ganando cinco a cero al kirchnerismo”, se jactó Milei tras esa elección, contando también Santa Fe, Salta, Jujuy y San Luis como “triunfos ideológicos”.

A partir de ese modelo, siete mandatarios provinciales ya tienen abierta la línea directa con “El Jefe”. En Corrientes, el radical Gustavo Valdés no descarta acordar: “Depende más de ellos que de nosotros”, advierten en su entorno, donde creen que con una oposición dispersa el pacto sería beneficioso para ambos. Pero aclaran: “Acá los libertarios tienen poco y nada”, advirtiendo que la fuerza de arrastre aún sigue en manos del oficialismo provincial.

En Mendoza, la charla se enfrió. Alfredo Cornejo no logró avanzar con el armado conjunto. El intento fallido del ministro Luis Petri de armar una comisión electoral conjunta y el pase reciente de la vicegobernadora Hebe Casado a LLA tensaron el clima interno. Sin embargo, no se descarta que pueda surgir un acuerdo “táctico” si las encuestas lo ameritan y si el objetivo común es ganarle al peronismo en las cinco bancas en juego para Diputados.

Del otro lado del mapa ideológico, los peronistas “con peluca” también miden costos y beneficios. Raúl Jalil, en Catamarca, ya conversa con los libertarios, mientras en Tucumán, Osvaldo Jaldo no descarta incluir al vicejefe de Gabinete de Interior, Lisandro Catalán, en la boleta local. 

La situación en Entre Ríos también es clave. Rogelio Frigerio, que ya colaboró con el oficialismo en el Congreso, enfrenta un peronismo que va unido a la elección de senadores nacionales. En ese contexto, quedarse con dos de las tres bancas disponibles es un premio demasiado grande como para desperdiciarlo por falta de coordinación. Algo similar ocurre en San Juan, con Marcelo Orrego; y en San Luis, donde Claudio Poggi (reciente ganador con 46%) ya estuvo en Balcarce 50 reuniéndose con Guillermo Francos.

En otras provincias como Chubut, donde sólo se ponen en juego dos bancas, el objetivo es simple: que el peronismo no meta ninguna. Así se planifica en voz baja en la estructura libertaria local, que ya piensa en una “alianza táctica” con el gobernador Ignacio Torres, aunque todavía no haya nada firmado.

La situación en Córdoba y Santa Fe es distinta. Allí gobiernan figuras de centro que no muestran intenciones de subirse al tren libertario. Pero en Balcarce 50 no desesperan. “En algunas habrá acuerdo, en otras no. Hasta Macri ya va cambiando de posición”, ironizan desde el Gobierno según contó La Nación, recordando que hasta el expresidente mantiene ahora un canal abierto con Milei, después del cruce feroz por la elección porteña.

Mientras tanto, en Neuquén, el gobernador Rolando Figueroa, que llegó al poder tras romper con el MPN, también se muestra cerca. El escenario local lo favorece para jugar fuerte con los libertarios y buscar quedarse con dos de los tres senadores en juego. Una oportunidad que no piensa desaprovechar.

La fecha clave en este tablero de pactos es el 7 de septiembre, cuando se celebrarán las legislativas bonaerenses. Para entonces, el Gobierno quiere tener el mapa resuelto o, al menos, dibujado. Mientras tanto, Karina Milei acelera, teje y presiona. Octubre está lejos, pero las alianzas se cocinan ahora, a fuego medio y con todas las cartas sobre la mesa.