El gobernador Axel Kicillof pasó ayer por Pigué como parte de la presentación del programa Puentes, un plan destinado a ampliar la educación superior universitaria en la provincia de Buenos Aires. Con esta iniciativa se incrementarán las oportunidades de acceso a la educación al extender la cobertura territorial en PBA hacia municipios del interior.

El gobernador no dejó pasar su visita por el interior para retomar el modo confrontativo que, en sus últimas presentaciones había menguado, y se metió de lleno con el tema de parcelar la Provincia.

Quieren dividir Buenos Aires, primero es desde el puro desconocimiento, desde la envidia, y a veces proyectos políticos que lo que representan en términos productivos, culturales, les resulta incómodo. La quieren dividir, la quieren fraccionar, y siempre hago la misma pregunta. Acá hay un problema de recursos para la Provincia, un problema incómodo", expresó Kicillof.

Y ahondó en detalles finos: "La Provincia aporta el 40% de la riqueza nacional y recibe como coparticipación la mitad, el 20%. Tenemos el 40% de la población pero recibimos el 20% de los recursos coparticipables. Tenemos indicadores sociales muy complicados, necesidades muy importantes y los recursos que recibimos por habitante, por PBI, por necesidad, por indicadores sociales, productivos están mal".

El mandatario provincial puso el foco en el proyecto del exsenador Esteban Bullririch, quien el año pasado presentó el libro “Una nueva Buenos Aires” en el que discurre sobre la idea de partir en cinco el gran territorio bonaerense.

Sin embargo, no es el único que se expresó al respecto. Desde el radicalismo también avanzaron en diciembre pasado sobre esta línea. El senador bonaerense Emiliano Balbín presentó un proyecto para reorganizar la Provincia debido a que, como aseguró en su momento, “hay un fuerte centralismo político en la provincia de Buenos Aires, que obviamente ha derivado en un fuerte proceso de concentración poblacional”.

Sin embargo, Kicillof volvió a introducir el tema sin que en las últimas semanas se haya hablado al respecto. El motivo. La contestación fue más dirigida a un artículo que publicó el diario La Nación bajo el título “La enfermedad bonaerense” firmado por Andrés Malamud, en el cual justamente se aborda la idea de que “la provincia está diseñada para no funcionar”.

Dividirla en cinco pedazos con los mismos 20 puntos de coparticipación va a ser generar cinco provincias con gobiernos pobres en vez de una. Para contrarrestar esto tenemos que seguir trabajando en lo que venimos trabajando, en la identidad de la provincia, la integración de la provincia, y en la igualdad de oportunidades en todo el territorio”, arremetió Kicillof.

Sin embargo, la discusión no se da solo con la oposición. Desde el Frente de Todos, el senador bonaerense y exintendente de San Antonio de Areco, Francisco Durañona, le dice a Data Clave que “pese a que hoy es un debate absolutamente imposible e inviable por la situación actual del país, lo que venimos planteando es que la Provincia ya tiene una división territorial: los municipios. Pero nunca se avanzó en su puesta en valor. Si se le dieran consideración ya tendríamos una matriz diferente”. 

Y añade: En Buenos Aires nadie se identifica como bonaerense. La identidad siempre son los distritos. Nadie en Areco te dice ‘soy bonaerense’. Hay una identidad en favor de lo local. El vecino no tiene se reconoce como vecino de una Provincia”. 

Y cierra, o abre en todo caso, una discusión que aún tiene tela para cortar: “Se están generando casas de Provincia en los municipios. Y eso es algo centralista. Hay que unificar las regiones. La provincia tiene una maraña de regiones que no coinciden unas con otras. Es imposible gobernar una provincia así. La base son las secciones electorales. Tenemos como 20 regiones diferentes que hacen colapsar a la Provincia. Si hubiera una vocación de unificar las regiones y de avanzar en la autonomía de los municipios en términos reales no haría falta pensar en algo extremo como dividir la Provincia”.