La promesa fue clara. El gobernador Axel Kicillof le aseguró al diputado nacional y titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, que desde la Provincia conseguiría la derogación de la reforma jubilatoria impuesta por María Eugenia Vidal durante su gestión.

Sin embargo, la puja no viene fácil. Y se trata, básicamente, de una pelea mano a mano por la cantidad de votos a favor en busca de una iniciativa elemental. O, mejor dicho, de una promesa de campaña hecha puertas hacia adentro.

A una semana de dar el debate en el recinto, el Frente de Todos asegura contar con los votos para poder llevar adelante la devolución del 82 por ciento móvil a los trabajadores del Banco Provincia. Pero no todo es tan claro.

Tras pasar las cuatro comisiones necesarias para poder llegar la Cámara baja, ahora el oficialismo pretende que el radicalismo mantenga la primera postura expuesta durante la discusión parlamentaria. La intención concreta es que la UCR vuelva a abstenerse para lograr, con sus manos alzadas, la aprobación del proyecto.

Hoy me reuní con el gobernador Axel Kicillof quien me manifestó su intención de incluir como prioritario el tratamiento de sesiones extraordinarias la nueva ley que impulsa el gobierno provincial que restituye derechos previsionales a las y los trabajadores del Banco Provincia, había manifestado en diciembre pasado el actual diputado nacional por el FdT Palazzo. Desde entonces sucedieron dos reuniones más. La presión es clara. Se trata de una ley vital. Una promesa que el legislador hizo para adentro del gremio.

Y más allá que desde el oficialismo aseguren que cuentan con los votos, algo que en los hechos no parece alcanzar, el comunicado expuesto ayer por la oposición abre una luz de esperanza para el gobernador.

Sucede que desde Juntos dejaron en claro su posicionamiento en relación al proyecto. Y Vidal logró el lobby necesario para que sus pares la acompañen en la necesidad de cuestionar la iniciativa. “La reforma previsional del Banco Provincia que propone Axel Kicillof es mentirosa e irresponsable”, expresaron los referentes opositores en un comunicado.

La carta contó con el apoyo de los senadores y diputados nacionales como Gladys González, Cristian Ritondo, Gerardo Milman, Emilio Monzó, Graciela Ocaña, Hernán Lombardi, Waldo Wolff y Alejandro Finocchiaro, entre otros; los senadores provinciales Walter Lanaro, Alejandro Rabinovich, Lorena Petrovich, Joaquín de La Torre, Juan Pablo Allan, Marcelo Daletto, Daniela Reich y Aldana Ahumada; y los diputados provinciales Alex Campbell, Juan Carrara, Fabián Perechodnik, Catalina Buitrago y Martiniano Molina, entre algunos de los firmantes.

En concreto, Vidal movió los hilos para conseguir un rechazo categórico a un proyecto que busca terminar con la ley firmada bajo su gobierno. Sin embargo, lo que llamó la atención y terminó siendo un poroto a favor del oficialismo fue que el radicalismo no se sumó al comunicado.

Y agregaron: Lo que se está discutiendo no es ni técnico ni político. Es principalmente de sentido común: la Caja del Banco Provincia tiene un déficit financiero crónico y estructural, ya que los ingresos por aportes y contribuciones previsionales sólo financian alrededor de la mitad del gasto realizado para el pago de jubilaciones y pensiones, y lo que falta, lo aporta el Banco y/o el Estado provincial. Es decir, todos los bonaerenses. ¿Es justo? No, no es justo. Por eso, en 2017 decidimos corregir todos estos desequilibrios”.

Lo que deja expuesto la carta no es solo el malestar del PRO, Confianza Pública y Peronismo Republicano, sino también el no acompañamiento de la UCR. Una señal que desde el Frente de Todos celebran con bombos y platillos.