La carta de la vicepresidenta generó una ola de reacciones de dirigentes opositores

A través de una extensa carta, la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, confirmó que pidió un cambio en el gabinete tras la derrota del Frente de Todos en las PASO y le pidió al presidente que "honre la voluntad popular".

Las respuestas del arco opositor no se hicieron esperar y uno de los primeros en reaccionar fue Rodolfo Suárez, gobernador de Mendoza, quién afirmó que "el conflicto que vivimos por estas horas es únicamente producto de la descomposición interna del kirchnerismo. De todo el espacio que gobierna la Nación".

En la misma línea, el senador Esteban Bullrich, expresó: "Sinceramente, lo único que los ciudadanos demandamos de las autoridades democráticamente electas de nuestro país, es responsabilidad, serenidad y templanza".

"En lugar de redefinir el rumbo del país y traer calma, estresan y confunden aún más a la sociedad en medio de una crisis. Una irresponsabilidad sin precedentes", escribió Facundo Manes.

Para el diputado Mario Negri, "entre Cristina y Alberto hay un pacto fáustico. La carta de hoy de la Vicepresidenta es una intimación al deudor que no está cumpliendo, según ella, la parte del trato. Lo tremendo es que las internas del peronismo siempre las paga la gente".

Para José Luis Espert, "la Cristi, más que una carta, escribió un libro y se lo tiró por la cabeza a Alberto. Mamita. Qué impunidad que sienten. Impresentables todos".

Luis Naidenoff, presidente del bloque de la UCR en el Senado, hizo lo propio y publicó: "Una coalición de gobierno desangrandose públicamente en internas a través de tweets y cartas epistolares. En el medio, un país sin rumbo. Tienen dos años de gestión por delante, sean responsables, resuelvan sus conflictos y gobiernen".

Para Gabriel Solano, "la situación electoral del Frente de Todos es insostenible, porque en sus listas están los dos bandos que hoy se están matando. Es una lista incoherente".