El verano terminó para la CGT y los gremios vuelven al ruedo con un escenario caliente. La próxima semana, la central sindical se reunirá para debatir un posible plan de lucha contra la política salarial que promueve el Gobierno de Javier Milei, marcada por la no homologación de acuerdos que superen el 1% mensual y la propuesta de negociar por empresa en lugar de por actividad.

La tensión fue confirmada por Octavio Argüello, dirigente de Camioneros y miembro del triunvirato cegetista. En diálogo con Radio El Destape, fue contundente: “Va a haber un plan de lucha, seguro. La inflación no va a ser cero, así que la discusión salarial tampoco puede ser cero”.

El malestar sindical no es nuevo, pero se intensifica ante la falta de reconocimiento de acuerdos ya firmados. Según Argüello, “si los acuerdos no se homologan, no hay ley y las empresas no quieren pagar. Esto va a aumentar la conflictividad social”. Gremios como FATSA o UTHGRA ya enfrentan este problema tras cerrar aumentos superiores al límite impuesto por el Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo.

Por ejemplo, el gremio de sanidad acordó un incremento del 11,4% en tres tramos para el último trimestre de 2024, mientras que los trabajadores gastronómicos cerraron un 16% para noviembre-febrero. Sin embargo, ambos acuerdos siguen sin homologarse, generando incertidumbre entre los empleados.

Argüello también apuntó contra la política de convenios por empresa, calificándola como una maniobra para debilitar a los sindicatos. “Siempre discutimos por gremios y eso garantiza cierta equidad. Si el Gobierno sigue en esta línea, la única herramienta que nos queda es el conflicto”, aseguró.

La postura del Ejecutivo ha llevado incluso a gremios históricamente alineados, como Camioneros y la UOM, a aceptar acuerdos a la baja. Por ejemplo, los metalúrgicos firmaron un incremento del 12,3% en cinco tramos, por debajo del 18,71% que originalmente reclamaban.

Sin embargo, la paciencia de los sindicatos parece agotarse. “Venimos perdiendo poder adquisitivo hace tiempo y no vamos a aceptar más pérdidas”, sentenció Argüello. Con varios gremios ya en pie de lucha, la reunión de la CGT la semana próxima podría marcar el inicio de un enfrentamiento más frontal con el Gobierno.

La central obrera aún mantiene una tregua que podría romperse en febrero, cuando se espera un nuevo diálogo tripartito entre el Gobierno, los gremios y los empresarios del Grupo de los Seis. Mientras tanto, el malestar sigue creciendo entre los trabajadores que esperan soluciones concretas.