Tras el paro general y la movilización de la semana pasada, la Confederación General del Trabajo (CGT) definió que van a marchar el 30 de abril y no como se estimaba el 1 de mayo, en el marco del Día del Trabajador. La cúpula de la central obrera definió la continuación del plan de lucha, mientras buscan cómo frenar la reforma sindical en el Congreso de la Nación.

La manifestación tendrá como punto de partida la intersección entre las avenidas 9 de Julio e Independencia desde las 14 y finalizará en el Monumento al Trabajo, unicado en Paseo Colón al 800. Luego, los dirigentes sindicales mantendrán una reunión con gobernadores, donde esperan la presencia del mandatario bonaerense, Axel Kicillof

Este martes, la cúpula de la CGT mantuvo un encuentro para analizar los alcances del paro general del 10 de abril pasado. A su vez, debatieron acerca del impacto de las últimas medidas tomadas por el Ministerio de Economía, Luis Caputo, que incluyen el levantamiento del cepo y la devaluación del dólar.

Tras el paro de la semana pasada, el cosecretario general y referente del gremio de Sanidad, Héctor Daer, celebró el “éxito rotundo” de la medida de fuerza y expresó que el paro demostró “una vez más que el movimiento lleva adelante una agenda clara y concreta para que se cambien las políticas de ingresos que está teniendo nuestro país, encargadas por el Gobierno”.

“La gravedad del ajuste está recayendo sobre las economías regionales, la obra pública y las provincias, pero por sobre todas las cosas la porción de ajuste más grande tiene que ver con los jubilados”, agregó Daer en una conferencia de prensa el pasado jueves.

A la par de la definición de la fecha para marchar, se llevó a la mesa el proyecto de reforma sindical que se está tratando en el Congreso de la Nación, que impulsa la UCR, con apoyo de La Libertad Avanza, el PRO y espacios alaidos. En este marco, el diputado nacional y titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, confirmó que el próximo martes expondrán en la Comisión de Legislación del Trabajo una delegación de la CGT junto a dirigentes de las dos CTA.

La iniciativa propone eliminar la reelección indefinida de los gremialistas; prohíbe la denominada “cuota solidaria”, un descuento aplicado a los salarios de los trabajadores para financiar actividades sindicales; y plantea la implementación de un sistema de “ficha limpia” para los dirigentes gremiales, entre otros puntos.