La CGT repudió la proscripción política de Cristina, pero evitó convocar a una huelga general
Con la Corte Suprema por definir el futuro judicial de Cristina Kirchner, la CGT se expresó con un duro comunicado que habla de “proscripción electoral” y respaldó a la expresidenta. Pero, pese a los reclamos del kirchnerismo, descartó un paro general o cuestionamientos directos al máximo tribunal.
Con la Corte Suprema de Justicia al borde de definir si confirma o no la condena contra Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad, la CGT decidió pronunciarse. Lo hizo a través de un extenso y crítico comunicado titulado “La democracia está en peligro”, en el que expresó su respaldo total a la titular del PJ y apuntó contra lo que considera un intento de proscripción electoral. Sin embargo, no hay un solo párrafo que apunte directamente contra el Poder Judicial, ni tampoco un gesto que habilite una huelga general si el fallo es adverso para la dos veces presidenta.
El texto, difundido en redes sociales por la conducción cegetista, hace foco en la situación judicial de Kirchner y afirma que “la persecución a los candidatos confirma que la proscripción electoral es una condición necesaria para imponer un modelo económico y social de desigualdad, fragmentación y empobrecimiento de las mayorías”. La frase resuena fuerte en medio de la expectativa por una definición clave de la Corte, pero también deja en evidencia los límites del respaldo.
En el comunicado, la CGT asegura: “Nos referimos a causas en las que se observan serias irregularidades, difusión anticipada de medidas a través de los medios y manipulación informativa”. También remarca que “se desvirtúan y desnaturalizan los procesos de investigación y juzgamiento”, y que en lugar de garantizar justicia, “se transforman en mecanismos de persecución y proscripción política”.
Incluso compara la situación de Cristina con la del expresidente brasileño Lula Da Silva, mencionando que se trata de un procedimiento que ya se ha aplicado en “países hermanos”. Sin embargo, a diferencia de la reacción sindical brasileña en aquel momento, la CGT argentina elige no confrontar con el Poder Judicial y apuesta a una salida política sin paralizar la calle.
El documento también sostiene que “es la voluntad popular la que debe ser resguardada, ya que solo ella puede decidir, a través de elecciones libres, quiénes serán sus representantes, sin interferencias de otros poderes”. La frase busca blindar a la exmandataria como figura electoral y poner en cuestión la legitimidad de un fallo que limite su eventual participación política.
El cierre del comunicado tampoco deja lugar a dudas sobre la posición política de la CGT: “La persecución a los candidatos, ya sea del peronismo o de cualquier otra organización que defienda los intereses nacionales y populares, confirma que la proscripción electoral es una condición necesaria para imponer un modelo económico y social de desigualdad”. Aun así, ni una línea menciona la posibilidad de tomar acciones concretas.