En los últimos días de 2020 las cinco cifras en la tasa diaria de contagios de Covid-19 comenzó a ser más frecuente en los reportes vespertinos del Ministerio de Salud. Ese informe no se difundió este jueves y tampoco lo hará el viernes 1 de enero. Sí lo hará este sábado, comunicando los casos y muertes confirmadas estos días. Pero sí se publicó el reporte que elabora el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, con un número que confirma la preocupación de las autoridades: 2146 nuevos casos positivos (del total, 741 se trata de no residentes porteños).

Desde los últimos días de agosto que la Ciudad no registraba números por encima de los 1500. Y entre el 25 de octubre y el 13 de diciembre había logrado permanecer por debajo de los 500.

La Ciudad reportó más de 2 mil casos en un día y crece la preocupación por el aumento en los contagios

Estos números ya no sorprenden al Gobierno nacional y a las distintas jurisdicciones, y motivó el exprés y sorpresivo encuentro del miércoles entre el presidente Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. En aquel encuentro se analizó tomar medidas más restrictivas, y durante toda la jornada sobrevoló la posibilidad de un toque de queda. Aunque el Presidente prefirió luego referirse a un "toque sanitario".

A esa medida, que hasta ahora no ha sido utilizada por la administración nacional (sí en algunas ciudades), fue mencionada este viernes por un integrante del comité de asesores de Kicillof: Jorge Rachid. El médico sanitarista propuso una “restricción nocturna para circular” para el AMBA. Y especificó que la medida podría regir "entre las 22 horas y las 6”. “El toque de queda es duro pero es lo que funciona en Europa”, sentenció Rachid.

En Rosario, o en Neuquén capital, se han implementado los “toque de queda vehiculares”, con el fin de cortar la circulación nocturna y evitar, o desalentar, las reuniones sociales y fiestas clandestinas. Según las autoridades, el aumento en los contagios se debe a estos factores -coincidiendo con las fiestas de diciembre-, y debe ser allí a dónde hay que atacar, y no con una cuarentena que vuelva a cerrar diversos sectores de la economía.