Este martes, la noticia de una renuncia en el seno del Gobierno sorprendió a propios y ajenos. Al final del día, el jefe de asesores, Antonio Aracre, terminó dando un paso al costado para “desactivar cualquier operación tendiente a intranquilizar los mercados le he presentado al Presidente mi renuncia indeclinable”, según el ahora exfuncionario explicó en sus redes.

Durante la tarde, desde la Rosada habían salido a desmentir a través de la portavoz Gabriela Cerruti, un posible cambio en el gabinete nacional que incluía al ministro de Economía Sergio Massa cediendo su lugar a Aracre. “En la Casa Rosada ni filtramos ni desmentimos inventos periodísticos. Más allá de la novela que algunos medios crean”, dijo la vocera del presidente, Gabriela Cerruti, para negar a un periodista que contó de una filtración desde altas fuentes de Gobierno sobre una idea de reemplazo para el palacio de Hacienda.

El origen del rumor había sido un almuerzo el lunes entre Aracre y el presidente Alberto Fernández. Allí, el empresario comentó al “algunas medidas sueltas” vinculadas al valor del tipo de cambio, la medición de la pobreza (que considera no es efectiva) y algunos temas vinculados al sistema de importaciones. Según comentaron a Data Clave altas fuentes del Gobierno, Fernández escuchó las propuestas y aseguró que “iba a conversarlo con Massa”. Este martes comenzó, lo que en Rosada consideran “una campaña” sobre que tenía un plan económico y que podía reemplazarlo a Massa.

La discusión con una funcionaria de la Rosada que eyectó a Aracre del gobierno

Según pudo saber Data Clave, lo que aceleró la renuncia de Aracre fue una discusión “caliente” con una funcionaria de máxima confianza del Presidente. A la vez, esa misma archirrival que cosechó el exCEO de Syngenta es una de las abanderadas del “on”. Se trata de la portavoz de Presidencia.

Horas previas al portazo, Aracre discutió fuerte con Cerruti por divulgar información sensible en off en más de una oportunidad. En tono asertivo, la portavoz le recordó que tenía “prohibido” hablar de manera extraoficial y “menos de temas económicos”. Este reto enfureció al ahora exfuncionario, que decidió dar un paso al costado.

No era la primera vez que se trenzaban por una filtración. Tiempo atrás dejó correr la noticia de una posible reforma laboral y quien le salió al cruce fue el dirigente de Camioneros, Pablo Moyano. Más acá, hubo un cortocircuito con el ministro de Economía por la inflación, donde desde las filas de Sergio Massa apuntaron contra “los machos del off”. Una vez más, el responsable de la infidencia fue Aracre.

Por eso, este martes la discusión entre Cerruti y el exjefe de asesores subió de tono, al ser una reincidencia de un “error” que ya le había costado caro al Gobierno en el pasado. Este último encontronazo derivó en la renuncia indeclinable de Aracre.

 En el Ejecutivo aseguran que el presidente Alberto Fernández estuvo de acuerdo con la renuncia y se lo escuchó decir por los pasillos de Balcarce 50: “lo único que no podemos hacer es debilitar a Massa”. Un día con clima tenso en el oficialismo, que no escapa a las internas y las sospechas cruzadas. Uno más de tantos en estos 3 años y medio de gestión del Frente de Todos.