En el Frente de Todos ya tienen los porotos desparramados por la mesa. Con los escrutinios definitivos oficialmente cerrados, cada bloque ya puede contar sus voluntades y desplegar estrategias de cara al futuro luego del 10 de diciembre. La intención del oficialismo es desplegar una agenda de proyectos para la reactivación de la economía en la que se destaca la construcción y el plan plurianual que incluye el Presupuesto 2022 y el acuerdo con el FMI.

Por su parte, Juntos por el Cambio logró lo que no conseguía la oposición luego de perder una elección presidencial, mantener la unidad sin perder jugadores en el camino. Sin embargo, la victoria nacional en las legislativas está cargada de interpretaciones internas y de nombres que quieren posicionarse de cara a 2023. 

Cristian Ritondo fue confirmado en la presidencia del bloque PRO luego de un intento de movimiento interno que encabezó Patricia Bullrich junto con los diputados del ala dura. Con esta confirmación, el macrismo podría renovar sus ansias de estar en el lugar de la conducción del interbloque que hoy ostenta Mario Negri. Es que el PRO tendrá nuevamente más bancas que la UCR. Para el ex ministro de seguridad bonaerense, el principal escollo es la impugnación que hace Elisa Carrió y los diputados de la Coalición Cívica.

A su vez, Negri fue cuestionado internamente en la UCR por sus pares abiertamente, el ala de la Ciudad del “Coti” Nosiglia. El diputado por CABA, Emiliano Yacobitti se postuló para presidir el bloque en una renovación interna y el recientemente electo Martín Tetaz pidió en sus redes a Facundo Manes (Buenos Aires) o a Rodrigo De Loredo (Córdoba) para que ocupe la conducción alguien que haya tenido éxito electoral en noviembre. En claro tiro por elevación al titular del bloque.

En las filas radicales se van a desandar distintos frentes. La lucha casi definida por el comité nacional en manos del jujeño Gerardo Morales no opaca los distintos nombres que quieren ser “presidenciables”. Una ruta que tiene dos años por delante y que en el parlamento no es ajena.

Nuevos bloques y estrategia del FdT

En este contexto, lo más interesante para el oficialismo que mira como se acomoda el nuevo escenario y en qué condiciones tendrá que negociar proyectos es que el bloque mayoritario de la oposición tendrá más bloques internos que los históricos tres que lo constituyeron hasta acá. Uno de los reclamos históricos sobre el final del gobierno de Mauricio Macri, la alianza permitirá a aquellos que ingresan por acuerdos electorales provinciales mantener su sello propio.

Esta semana, desde el oficialismo se envió a la prensa un documento donde se colocó a JxC con 115 Diputados y se puso al diputado electo por Salta, Carlos Zapata, como un monobloque aparte. El hecho motivó una corrección por parte de los voceros del interbloque opositor que sin embargo dejaron una certeza. “Ya el 10 de diciembre estamos dentro de la Cámara de Diputados y voy a integrar el interbloque de Juntos por el Cambio, pero también debemos decir que es un interbloque en el que seguramente encontraremos algunos matices”, dijo a El Tribuno el diputado Zapata, hombre de Alfredo Olmedo

Además de las identidades provinciales como la del “olmedista”, el ex presidente de la Cámara, Emilio Monzó, promete formar otro bloque interno propio que tendrá entre 7 u 8 diputados. El bonaerense rosquea por los despachos de los diputados ofreciendo sumar legisladores que están por fuera de JxC argumentando que “tendrán una identidad distinta” al ala dura y asumiendo que serán un espacio de diálogo.

Todas estas líneas internas que comienzan a construirse internamente se vieron en campaña por ejemplo cuando Maria Eugenia Vidal quiso poner en agenda la disputa por la presidencia de Diputados. Varios fueron los sectores que pusieron un freno y reclamaron que algo así primero debería discutirse internamente para que tuviera consenso. Un posible escenario de divisiones y articulaciones difusas puede ser beneficioso para el oficialismo de cara a un número que seguirá lejos del quórum propio.

En el Frente de Todos ven estos incipientes mensajes y pases de facturas como posibles divisiones en el recinto. “En Diputados saben cómo permear y estos están flojos en coordinación”, dijeron a Data Clave fuentes con acceso a uno de los principales despachos del oficialismo. La estrategia esgrimida será condicionar al bloque mayoritario de la oposición a que tenga que tomar posturas diferentes y tensionar la relación interna.

La disputa por el poder interno abierto tras las elecciones de noviembre y la necesidad de diferenciarse que pueda aparecer en Juntos por el Cambio es la apuesta para conseguir que avancen proyectos claves e incluso, alguno imagina y una apuesta a la división de la oposición.