La intervención de la OSPRERA ordenó el desalojo de 78 beneficiarios y sus familias que se alojan en los hoteles de la UATRE en Buenos Aires por razones de salud, informó hoy la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores en un comunicado. “La crueldad del Gobierno no se detiene”, sostuvieron.

Se trata de afiliados que enfrentan enfermedades graves de alta complejidad, muchos de ellos en pleno tratamiento oncológico, lejos de sus hogares y atravesando una situación de extrema vulnerabilidad. “Esas familias encuentran en los hoteles de la UATRE no solo un lugar donde alojarse, sino contención, cuatro comidas, incluyendo dietas especiales, en un acompañamiento integral. Allí mismo funcionaba una boca de expendio que la intervención decidió cerrar ayer intempestivamente en altas horas de la noche, que brindaba asistencia con psicólogos, trabajadores sociales y administrativos que ayudaban a los beneficiarios a gestionar sus prestaciones médicas”, sostuvieron.

Ahora, deberán dirigirse a la sede central de la obra social para gestionar las órdenes y autorizaciones médicas correspondientes, “incrementando sus gastos y exponiéndose a la complejidad que supone moverse en una gran ciudad”. 

“No solo asistimos sino también compartimos, organizando visitas guiadas para que puedan conocer y disfrutar de la ciudad en sus momentos de esparcimiento y celebrando junto a ellos fechas importantes como la Navidad, Reyes, Pascuas, Día de las Infancias y cumpleaños. Todos estos gastos, la UATRE los cubre hace tres años, ya que la OSPRERA rompió unilateralmente el convenio, abandonando a sus propios beneficiarios”, explicaron.

“Ahora, la intervención, en lugar de hacerse cargo de los costos que asume la UATRE desde hace tres años, quiere echar a estas familias y cerrar la Boca de Expendio para arreglar convenios con otros hoteles, haciendo de la salud un negociado. Desde la UATRE les decimos a los afiliados que pueden quedarse en nuestros hoteles y seguirán recibiendo la misma asistencia y contención de siempre. Pero la intervención los presiona y amenaza llamándolos uno por uno para que se trasladen a los hoteles que ellos imponen, los que se encuentran en zonas y barrios inseguros, que no tienen las mismas condiciones, ni garantizan la alimentación ni el acompañamiento humano que brinda el gremio”, denunciaron.

“Ahora, los beneficiarios deberán afrontar los gastos en comida y traslados, mientras que siempre tuvieron todo cubierto. Es una maniobra perversa que hace gala una vez más de la crueldad de la intervención y expone a quienes están en una situación de extrema vulnerabilidad”, le sumaron.

Denunciaron que a este panorama se le suma al cierre de 725 puntos de atención en todo el país, “pretendiendo” reemplazar la asistencia humana por plataformas digitales, desconociendo por completo la realidad de la ruralidad. “La intervención no solo abandona: miente y culpa al gremio, mientras la UATRE intenta sostener con recursos propios lo que la intervención destruye. La salud no es un botín político, la salud no se negocia y por eso vamos a defender a nuestros trabajadores en todas las instancias judiciales. La OSPRERA volverá a manos de sus verdaderos dueños: los trabajadores rurales”, concluyeron.