La jueza federal María Eugenia Capuchetti y sus colaboradores trabajan por estas horas en el escrito con el procesamiento de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el jueves 1 de septiembre, cuando llegaba a su casa y la pareja logró confundirse sin ningún problema entre los militantes que la aguardaban.

Sabag Montiel gatilló dos veces a centímetros de la cabeza de la presidenta del Senado con una vieja pistola Bersa calibre 32 que era apta para el disparo. Por impericia o por un defecto mecánico el proyectil no entró en la recámara del arma.

Este domingo se conoció un video en el que se ve como Sabag Montiel manipula la pistola, acciona la corredera y hace un disparo al aire. También se supo que declaró una testigo que dijo haber visto cuando el detenido por los propios militantes hizo ese mismo movimiento segundos antes de querer atentar contra CFK.

Cuando les tomó declaración indagatoria, la jueza les imputó a los dos "haber intentado dar muerte a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner – Vicepresidenta de la nación y Presidente de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación-, contado para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos".

Respecto de Sabag Montiel precisa que "cuando la Vicepresidenta se encontraba saludando a las personas que estaban en el lugar, ocasión en la que el imputado, aprovechando el estado de indefensión generado por la multitud, apuntó hacia su rostro con una pistola semiautomática de acción simple, calibre 32 auto, marca Bersa, modelo Lusber 84 con  la numeración '25037' en el lateral izquierdo del cañón accionando la cola del disparador en al menos una ocasión sin que se produzca el disparo pese a encontrarse la misma cargada con cinco cartuchos de bala del mismo calibre y resultar aptas para sus fines específicos".

Se afirma que "el referido suceso tuvo planificación y acuerdo previo". Y en el caso de Brenda Uliarte se sostiene que "estaba presente en las inmediaciones del lugar al cual arribaron conjuntamente, habiéndose determinado que detentaban el arma de fuego secuestrada con sus municiones desde fecha anterior al hecho, cuanto menos desde el 5 de agosto de 2021".

Una fuente de la causa confió a Data Clave que los procesamiento de la pareja podrían salir en el transcurso de este mismo lunes o en las próximas horas a más tardar. La duda es si serán procesados sólo por tentativa de homicidio o por homicidio agravado, una figura con una pena mayor.

De todos modos, se da por descontado que hubo premeditación y alevosía. Ya se probó que hubo planificación con la reiterada presencia de la pareja en las inmediaciones de la casa de la vicepresidenta en los días previos al ataque. Y la alevosía es evidente por la nula posibilidad de defenderse que tuvo la víctima del ataque.

Una fuente de la investigación confió que "la jueza estuvo el viernes en el IFE (instituto de formación de Ezeiza) donde están trabajando los distintos equipos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. De la recorrida, de la supervisión y luego de haber visto el material, se fue con la definición de avanzar con el procesamiento".

La PSA pasó a tener un papel central en la investigación y de a poco se fue corriendo a la Policía Federal, luego de los inconvenientes que surgieron con el teléfono Samsung de Sabag Montiel, con el ya famoso reseteo de fábrica.

No hubo inconvenientes en cambio con el teléfono de Brenda. El viernes la jueza Capuchetti se llevó el informe correspondiente al celular de la joven, del cual "toda la información que surge es muy contundente".

Una de las fuentes adelantó que "la jueza se está concentrando en dictar el procesamiento de ambos, y para tomar nuevas medidas para profundizar la investigación". En esa línea podría haber novedades respecto de los amigos de la pareja, supuestos vendedores de copos de azúcar.

"En cuanto al resto de la organización y de terceros, no se puede decir mucho. El fin de semana estuvieron dando de baja redes sociales y hasta perfiles truchos que activaban según la circunstancias", agregó el informante.

Brenda y sus amigos aparecieron en un reportaje por Telefé al día siguiente del ataque para decir que no eran terroristas, que eran humildes trabajadores y que los estaba amenazando. Brenda dijo que no veía Fernando desde al menos dos días atrás. En su caso se comprobó que era mentira. Del resto, está por verse.