La jueza Díaz Cordero le comunicó a Rosatti que no tuvo que ver con la visita a genocidas
La magistrada hizo una presentación ante el presidente de la Corte Suprema para negar una supuesta participación en el proyecto de libertarios para liberar a represores condenados por delitos de lesa humanidad.
La jueza Agustina Díaz Cordero hizo una presentación ante el titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti, para negar su supuesta participación en un proyecto para liberar genocidas presos en el penal de Ezeiza. El nombre de la magistrada aparecía en los chats de un grupo de WhatsApp, que fue revelado por Data Clave, del que formaban parte diputados de La Libertad Avanza, juristas y eclesiásticos con el objetivo de perpetrar un plan para la liberación de los represores.
“No tengo ni he tenido ningún tipo de vinculación funcional, académica y/o personal con las personas que han sido sindicadas en la presentación de referencia, tanto por la prensa como por redes sociales, como integrantes de una agrupación que tiene por objeto beneficiar a personas condenadas por crímenes de lesa humanidad; tampoco con éstas últimas", señaló la vicepresidenta del Consejo de la Magistratura y agregó: "En otras palabras, ni siquiera las conozco, con la excepción que consta en el quinto párrafo de la presente”.
Con esto último, se refiere a que solo conoce de las personas nombradas al ex magistrado Eduardo Rafael Riggi y al cura Javier Olivera Ravassi, quien fue el organizador del grupo. “Con el doctor Riggi tengo un conocimiento y respeto profesional de larga data, el cual es de público conocimiento”, afirma Díaz Cordero. Con respecto al sacerdote, recuerda que fueron presentados luego de una celebración religiosa y que la contactó luego para comentarle “sobre su actividad en una fundación pastoral”. Asimismo, señala que el obsequió un ejemplar de un libro que el nombrado escribió acerca de la vida de San Felipe Neri.
"No integro ni jamás he integrado, independientemente de la conformación de personas que pueda imaginarse, ninguna agrupación, grupo de WhatsApp, o acercamiento similar, transitoria, circunstancial o permanente, que tenga por cometido principal, accesorio o periférico beneficiar a personas condenadas por delitos de lesa humanidad ni he participado en proyecto legislativo alguno referido a estos temas", continuó la jueza en su presentación.
La jueza había sido nombrada en los chat por el cura Ravassi, pero en su presentación ante Rosatti, ella detalla que “los chats que algunos medios periodísticos han señalado como comprensivos de mi persona no me encuentran como emisora o destinataria, ya que, como he expresado, nunca integré un grupo de WhatsApp o canal de comunicación similar al que se hace alusión”.
Tras la revelación de Data Clave, trece organismos de derechos humanos le enviaron una nota al presidente del Consejo de la Magistratura y juez de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, donde pidieron explicaciones sobre el rol que pudo haber tenido la jueza civil Agustina Díaz Cordero en el plan para liberar genocidas.
La semana pasada, en una sesión del Consejo de la Magistratura, la jueza se refirió a estas acusaciones y declaró: “No tengo nada que ver con todo esto y voy a responder la nota, tanto a los organismos de ddhh que han presentado, como al presidente y a cada uno de ustedes”.