La militancia libertaria pone condiciones para el armado entre LLA y el PRO en PBA
Los "puros" buscan hacer pesar su pertenencia en las negociaciones que llevan adelante Sebastián Pareja y Cristian Ritondo. Temen que el dirigente que responde a Karina Milei vuelva a ampliar de más.
El acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO en la provincia de Buenos Aires parece que trajo una alianza en puerta. No obstante, la militancia violeta plantó bandera hacia quiénes son hoy los encargados de llevar adelante las negociaciones.
La intención de ambos espacios es la congeniar en un frente que permita ganar músculo en los territorios y de esa manera generar una batalla política más equilibrada ante el peronismo que, como es sabido, tiene a la Provincia como su principal bastión y, a la vez, como base de operaciones no solo de cara a estos comicios sino también ya pensando en 2027.
El objetivo de LLA es concreto. Y desde adentro entienden que de ganar la elección podrían asestarle un golpe final al peronismo. Una lectura que podría quedar corta si se tiene en cuenta la propia historia de un movimiento que siempre encontró las herramientas como para resurgir.
Sin embargo, la interna que hoy tiene separados al gobernador Axel Kicillof de la presidenta del PJ nacional, Cristina Fernández, es señalada desde la vereda de enfrente como una ventana abierta ingresar a un terreno que, todavía, le es esquivo. El análisis es simple: una victoría podría provocar un quiebre definitivo entre el kirchnerismo duro y quienes promueven la necesidad de un cambio de liderazgo en favor del mandatario provincial.
La Libertad Avanza sabe que para entrar con más fuerza en territorio hostil necesita contar con el apoyo de los amarillos. Pero no todo es tan sencillo. Con varios dirigentes ya absorbidos, los violetas van por todo y pese a no poder lograr que el resto de los representantes del PRO abandonen sus banderas, ahora quieren hacer pesar la importancia de nacionalizar la elección. Algo que ya le dio resultados concretos en CABA.
La idea malogrado de imponer el sello quedó atrás. Pero ahora desde la militancia ya dejaron en claro que no quieren perder más espacios. “El PRO no existe. Ellos lo saben y nosotros, también. Si se suman o no, es tema de ellos. No nos cambia mucho”, le aseguró una fuente libertaria a Data Clave. Y agregó a modo de consulta: “¿Qué te da el PRO hoy? Porque está claro que ya la gente no les cree”.
Territorios
La Libertad Avanza mantiene hoy una fuerte discusión interna en relación a cómo encarar las negociaciones con los amarillos. Sin embargo, quien se encarga de avanzar es Sebastián Pareja, el principal armador de los violetas en la provincia de Buenos Aires. Un dirigente que responde manera directa a la Secretaria General de la presidencia, Karina Milei.
Las Fuerzas del Cielo, la organización libertaria que comanda el asesor Santiago Caputo, no comulga con Pareja y tiene la firme intención de contar con una representación concreta y no cederle espacio al PRO. “Quiero que los militantes genuinos del presidente sean los representantes genuinos del presidente, porque son los que prefieren matarse antes que traicionarlo”, aseguró Agustín Romo, titular de la bancada de LLA en la Cámara baja de la Legislatura bonaerense, durante un encuentro partidario en Burzaco.
En sus palabras quedó claro que la desconfianza hacia Pareja, quien supo llenar las listas de 2023 con dirigentes que luego se escindieron de LLA, es total. “Estamos desde el día uno con las ideas del presidente. Siempre vamos a apoyar a LLA porque somos LLA”, agregó. La militancia pura no quiere paracaidistas.
La propia diputada exPRO, Florencia Retamoso, lo aplaudió entre el público. Nahuel Sotelo, secretario de Culto de la Nación, también dio su veredicto: “Ahora muchos dicen ‘soy liberal’ pero al principio nadie aparecía. Hoy es muy fácil. Somos Las Fuerzas del Cielo y parte de LLA, trabajamos para que siga siendo un cambio profundo. Esta elección es un paso para la reelección de Milei y para ganarle a Axel Kicillof en la provincia”.
El mensaje está contundente. Los libertarios que se consideran genuinos no quieren ver que las listas se llenen de violetas improvisados. Sotelo, incluso, dejó en claro que las formas son lo de menos. “Vale la pena cada insulto, cada noticia falsa, cada pelea porque estamos cambiando la Argentina. No hay manera que la Ciudad de Buenos Aires no sea de LLA”.