El jefe comunal de Pehuajó, Pablo Zurro, fue el primer en tomar nota. Y, rápido de reflejos, pidió audiencia con la vicepresidenta y se reunió con Cristina Fernández de Kirchner. Como ya se dio a conocer, el jefe comunal le acercó un proyecto que también le presentó al ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, para poner en funciones un plan que tiene como objetivo que el distrito tome el control de los planes sociales. Una extensión de lo que la expresidenta expresó el pasado lunes durante el plenario de la CTA en Avellaneda.

Pero Zurro no fue el único. Su acercamiento generó una réplica. Y, con el correr de los días, distintos alcaldes bonaerenses se fueron expresando en favor de la posibilidad hacerse cargo de la ayuda social.

Lo que está en juego es una caja de varios colores que ningún jefe comunal quiere despreciar. Por el contrario, lo que se va generando es una presión para contrarrestar los embates de los movimientos sociales. Y los que hacen fuerza no solo son los que forman parte de la interna del Frente de Todos. Quienes más salieron a pedir por la municipalización de los planes fueron los alcaldes de la oposición.

El primero fue el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, quien a través de una carta pidió “eliminar la intermediación” con el fin de agilizar y descentralizar. Lo que expresa un punto de coincidencia entre un sector de Juntos y otro del FdT.

Quien también tomó una postura rápida al respecto, fue el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, quien afirmó que “llegó la hora de debatir el salario universal” y dijo que es “unánime” entre los intendentes la idea de “la descentralización del control de los planes sociales en los municipios”.

No es menor su aporte. Sucede que el dirigente de Lomas representa a un valioso grupo de intendentes de diferentes partidos de la Provincia, por lo que su expresión es el reflejo del grupo.

En la línea pejotista más tradicional, el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, también reclamó impulsar la transferencia del manejo de los planes sociales a las municipios: “Hay gente que se quedaba con ese dinero y los propios delegados lo confesaban, eso es una barbaridad”. Se trató de un golpe directo al corazón de las organizaciones sociales.

También en un campo intermedio del PJ, el alcalde de Tigre, Julio Zamora, habló sobre “una mejora en nuestros municipios, vamos a poder articular mejor las tareas con los vecinos y les va a dar a la comunidad un progreso”.

Otros dirigentes de la oposición también expusieron su postura. El jefe comunal de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, sostuvo que “Cristina Kirchner denuncie que hay personas que son ‘basureadas y explotadas’ por dirigentes de los movimientos sociales de su propio gobierno es grave. Amerita una explicación profunda del Frente de Todos y una decisión de quitar intermediarios en los planes sociales.

Desde Juntos decidieron meterse en la discusión interna del Frente de Todos con el objetivo de sacar una tajada a su favor y, en lo posible echar más leña al fuego. Tan fuerte fue su intromisión que hasta se animaron a coincidir en algunos aspectos de lo expresado por CFK.

También dejaron en claro que están a favor de avanzar en esta línea Pablo Petrecca (Junín), Hernán Ralinqueo (25 de Mayo), Javier Martínez (Pergamino), Miguel Fernández (Trenque Lauquen), Iván Villagrán (Carmen de Areco), Ezequiel Galli (Olavarría), Franco Flexas (General Viamonte), Julio Garro (La Plata), Gustavo Posse (San Isidro), Javier Gastón (Chascomús) y Fabián Cagliardi (Berisso).