La partida de una de las laderas de Villarruel en el Senado, ¿un guiño hacia dentro de LLA?
Claudia Rucci renunció a su cargo sin mencionar a la vicepresidenta, con quien compartió diversas actividades en la Cámara Alta. ¿Una señal para el núcleo duro libertario? ¿Un intento de reconciliación con el presidente o un reordenamiento interno?
En medio de las tensiones de la vicepresidenta Victoria Villarruel con Javier Milei, la también titular del Senado perdió a una colaboradora que ella misma había incorporado a la planta política de la Cámara alta y que además la había acompañado en distintas actividades públicas. Claudia Rucci, que se desempeñaba como directora general del Observatorio de Derechos Humanos del Senado, abandonó su cargo sin siquiera mencionar a la vice.
“Hoy presenté la renuncia, por motivos personales, al cargo de directora general del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación. Mi agradecimiento a todos con los que compartimos el esfuerzo en pos de que los derechos humanos sean de todos y para todos. ¡Muchas gracias!”, escribió la exfuncionaria, para exponer su decisión.
La partida de Rucci se dio en la misma semana en que, después de meses y meses de aislamiento y tensión, Villarruel protagonizó un acercamiento con los planes del Ejecutivo. Ella junto el jefe de Gabinete Guillermo Francos protagonizaron una reunión con senadores dialoguistas de cara a organizar y generar consensos para atravesar con éxitos las sesiones extraordinarias.
En este contexto, desde cierto sector del oficialismo vieron la partida de Rucci como un guiño, debido a que había sido muy cuestionada junto con Villarruel por el busto que inauguraron en octubre de “Isabelita” Perón. En base a ello, aseguran que se viene un “reordenamiento” del personal que trabaja con la vice con el objetivo de sincronizarse con los requerimientos que vienen desde Casa Rosada.
Otros apuntan hacia una posible grieta entre ambas, aunque desde el Senado aseguran que su salida estaba acordada y que aún mantienen una buena relación.
Durante el año pasado, había sido Rucci quien junto con otros dirigentes se encontraba realizado una tarea de generar “desarrollo territorial” para Villarruel en la Provincia de Buenos Aires. En ese momento, la mirada estaba puesta en la primera y en la tercera sección electoral en parte del peronismo no kirchnerista y también en aquellos partidos locales que, en los últimos comicios, ganaron fuerza.