La Policía Federal detuvo en la Ciudad de Buenos Aires al ex coronel del ejercito de Chile Walter Klug, condenado por la Justicia de su país por las desapariciones y asesinatos de 23 trabajadores e investigado por otro crimen de lesa humanidad durante la dictadura de Augusto Pinochet.

El represor se habría fugado el 9 de junio y tenía una orden de detención y por Interpol Chile por el delito de secuestro calificado. Su intención era pasar por Buenos Aires y desde allí conectar con un vuelo rumbo a España, para luego combinar otro viaje y poder arribar a Alemania.

Sucede que el ex militar contaba con pasaporte alemán y su intención era llegar a ese país para luego no poder ser extraditado a Chile por su doble nacionalidad. Sin embargo, cuando se apersonó el 1 de junio al aeropuerto de Ezeiza, fue demorado por Dirección Nacional de Migraciones (DNM) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), por lo cual terminó perdiendo el vuelo tras encontrar información sospechosa sobre su persona.

Según cuenta Página 12, el aviso de la PSA encendió la alerta en Chile, donde el espacio de memorias Londres 38 denunció la fuga de Klug sin que la Policía de Investigaciones (PDI) lo advirtiera. La ministra extraordinaria de causas de violaciones a los Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, dictó una orden de captura internacional y la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) lanzó una alerta roja para detenerlo ante el intento de una segunda fuga.

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La policía argentina logró rastrear que Klug tenía un domicilio en un hotel del barrio de Balvanera. Fue detenido a las 12.50 por efectivos de la PFA mientras caminaba, con paso tranquilo, por Moreno al 3000, en el barrio de Balvanera. Tras esto, la DNM lanzó una Disposición en la que aclara los procedimientos que se llevaron a cabo para la expulsión del represor que formó parte de la dictadura chilena.

Klug -quien fue parte del Servicio de Inteligencia Militar (SIM)-, fue condenado en 2014 por la Corte Suprema a 10 años y un día de prisión por su participación en el homicidio calificado de siete trabajadores de Endesa y en el secuestro calificado de 23 trabajadores de las centrales El Toro y El Abanico, en el año 1973.

"Klug Rivera tiene además una notificación roja de INTERPOL para su detención por delitos de lesa humanidad. Con esta medida, la República Argentina reafirma su compromiso con el ejercicio pleno de los Derechos Humanos, la justicia y el orden internacional", advirtió el ministro del Interior De Pedro en sus redes sociales.