Santiago Cafiero volvió a dejar en claro esta semana cuál es la posición del gobierno argentino frente a un tema que ha sido utilizado por la oposición y cierto sector de la prensa para fogonear una controversia inexistente respecto a los posicionamientos históricos del país en materia de relaciones exteriores.

Al ser consultado por periodistas del portal La Política Online sobre la actitud asumida ante la administración de Nicolás Maduro, el canciller sostuvo que "hay un encuadre regional muy fogoneado, en donde de los 33 países de la región solo tres tienen problemas, lo cual es un poco caprichoso e inexacto". 

Acto seguido, el funcionario remarcó que "no es función de la Argentina señalar países o repartir sanciones o bloqueos, hemos elegido el camino del dialogo para resolver problemas, al menos es lo que defiendo yo, tenemos un legado mucho más amplio".

La posición argentina sobre Venezuela y la necesidad de dialogar antes que condenar

Sobre Venezuela puntualmente, Cafiero afirmó que "se desarrolló un proceso electoral y ha habido avances que fueron reconocidos por la propia Michelle Bachelet en cuanto a las modificaciones que se vienen haciendo para adaptarse a las recomendaciones que hace el Consejo de Derechos Humanos".

Si bien el funcionario argentino admitió que el gobierno de la república bolivariana "tiene problemas con los derechos humanos", contextualizó la afirmación al sostener que "no es el único país que los tiene". No obstante, al respecto, Cafiero remarcó que "Argentina no señala, hace recomendaciones cuando las tiene que hacer y promueve el dialogo".

Sobre la situación puntual del país latinoamericano y el rol del organismo que él preside, el titular del palacio San Martín sostuvo que "cada cuatro años se hacen exámenes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por países, tocó Venezuela y allí Argentina hizo recomendaciones para mejorar la situación y marcó su pauta".

La postura de siempre

Ya a fines de 2020, Alberto Fernández había fijado posición a través de la representación argentina en Ginebra ante los proyectos de resolución en relación con la situación en Venezuela que se trataron en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en esa oportunidad.

"Nuestro país mantuvo su liderazgo en la defensa global de los derechos humanos y sostendrá los principios de paz y resolución política de la crisis venezolana", sostenía el representante de la Argentina durante la reunión plenaria del organismo. E instaba al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela a "cooperar plenamente con el Consejo y todos sus mecanismos, y a implementar íntegramente las recomendaciones hechas por la Alta Comisionada en sus informes, así como con su llamado a que conduzca investigaciones prontas, exhaustivas, independientes, imparciales y transparentes sobre las alegaciones de violaciones a los derechos humanos, lleve a los perpetradores ante la justicia y garantice una reparación adecuada a las víctimas".

La posición expresada por Fernández en aquella oportunidad, definió de manera muy clara la posición argentina: "el diálogo y la cooperación con las autoridades, las respuestas eficaces a las exhortaciones manifestadas en los diferentes informes, sumados a los mecanismos de protección esenciales, son fundamentales para revertir la actual situación en derechos humanos en Venezuela".