En Chubut las próximas elecciones están a la vuelta de la esquina. Es que, de confirmarse lo que ya dio a entender en los últimos días el gobernador Mariano Arcioni, la provincia podría convertirse en la primera batalla política del 2023.

El adelantamiento de elecciones es una posibilidad. Mi postura personal es que es más legítimo una elección desdoblada”, sostuvo el mandatario provincial en los últimos días.

El plan de Arcioni consiste en posicionar las elecciones para marzo del 2023 y separarse por completo de la puja nacional. Algo que en 2019 le dio resultado cuando, con el ChuSoTo logró imponerse ante el Frente de Todos.

Claro, en el medio pasaron muchas más cosas de las esperadas. El golpe electoral de 2021, cuando sus candidatos terminaron cuartos en la votación local, fue el empujón final para un gobernador que, mientras está de salida al no poder volver a presentarse por haber sido electo como vice en 2015, pretende cerrarle los canales de acceso a Juntos.

Más ahora después de que el domingo pasado su candidato, el ministro de Salud, Fabián Puratich, cayera en las elecciones del ChuSoTo frente a Máximo Pérez Catán, quien revalidó su rol como presidente del partido fundado por Mario das Neves. Se trató en concreto de una nueva derrota para Arcioni, que transcurrirá el último año de gestión sin el apoyo de su propio partido.

En este marco, el gobernador le cedió el protagonismo a su vicegobernador, Ricardo Sastre, quien es el primer candidato oficial en busca de la gobernación. Y para ponerle un poco más de picante al camino rumbo al 2023, el madrynense dio a conocer su deseo de modificar el Código Electoral. “Hay que cambiar el sistema de votación en la provincia”, afirmó. Y aseguró que algunos ponen el grito en el cielo porque solamente piensan en el resultado o las posibilidades que puedan tener, en vez de pensar en lo que le facilitan a la gente y también las erogaciones que tiene que hacer el Estado ante cada turno electoral”.

La semana pasada, Sastre había puesto en debate la posibilidad de instalar, como sucede en Formosa, Misiones y Santa Cruz, la ley de Lemas

Si consultamos al común de la gente, todos van a querer una Ley de Lemas porque suple una de las dos elecciones que tenemos habitualmente: las PASO y la general”, manifestó. Y agregó que “no es la decisión de un sector, todos tenemos que discutirla entre todos, tenemos que priorizar lo que la gente pide, que realmente le cuesta ir a elecciones en 60 días y las erogaciones que se hacen, que son muy importantes”.

En el camino hacia el 2023, además de Sastre aparece el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, quien hoy lleva una alianza temporal con el vicegobernador con el fin de medirse entre ambos para ver quién suma más. Lo que está claro es que en el peronismo buscan cerrarle los caminos a Juntos que, en las últimas elecciones, pasó con comodidad el 40 por ciento y se convirtió en una amenaza.