Puertas adentro habla de un resurgimiento. La intención es clara. Apelar a una épica pasada que por pisada no está perdida. Con Raúl Alfonsín como figura de colección, la UCR volvió. Es cierto, nunca se fue. Pero la caída post Alianza quedó expuesta en las diferentes ofertas nacionales que no pudieron convencer ni a la propia tropa para intentar borrar con el voto todo aquello que dejó el 2001.

Pero hubo un cambio. Y a partir de los posicionamientos internos como oposición, la UCR rompió el espejo de gobierno compartido con el PRO y tras ser un actor secundario durante su etapa de oficialismo ahora busca consolidarse como una opción diferente en la búsqueda del sueño presidencialista.

Nunca perdimos el caudal de votos. Pero sí los candidatos. No supimos encontrar figuras para liderar proyectos y el PRO consiguió exactamente lo contrario. Pero Manes nos devolvió la chance pensar en un presidente o en un gobernador radical después de mucho tiempo”, le dijo a Data Clave uno de los dirigentes que estuvo ayer en el acto que el radicalismo armó en Ferro.

Justamente en Caballito, histórico barrio boina blanca y club modelo de los 80. La UCR buscó generar un revival de su década ganada para proyectarse rumbo a lo que será la pelea por el 2023. Y en esa línea, dejó en claro que su objetivo es por todo.

Y es que tras el posicionamiento bonaerense de Facundo Manes, el radicalismo volvió a confiar. Justo en un momento en el que el PRO, más allá de avanzar, se ve dañado por los mismos movimientos que se le enrostran al kirchnerismo. En su discursó, el candidato radical en la lista de Diego Santilli, apuntó a un discurso de claro corte nacional. Con el Himno y la Constitución al frente. Con Sarmiento y Alberdi como referentes. Y Alfonsín, por supuesto, como corolario histórico.

Lo que el radicalismo busca hacer ahora es reposicionarse de manera interna sin perder la ligazón con el PRO pero despegándose de la idea de que son parte de lo mismo. Sin embargo, las diferencias dentro de la UCR también existen. Y hoy todavía están aquellos que siguen viendo al PRO como la opción más concreta para volver al poder.

Ayer, todo fue unidad. El titular del comité bonaerense, Maxi Abad, aseguró que "Estamos para liderar una coalición que nos lleve a la presidencia de la Nación", remarcó el dirigente radical. La UCR buscó de entrada instalar la idea. Hacerla llegar a la gente para que también desde abajo venga esa demanda. "Vamos a fortalecer y a ampliar la coalición, pero desde nuestra propia identidad. Tenemos que construir una coalición de centro-popular", afirmó Abad.

La UCR quiere despegarse de la derecha. Volver al centrismo popular. "La Argentina necesita un cambio radical", tituló el neurocientífico, mientras desde la tribuna le cantaban: "Manes corazón / acá tenés los pibes para la reconstrucción". "Los que preguntan si los radicales podemos gobernar que miren al gobierno de Jujuy de Gerardo Morales o a Mendoza, Corrientes", lanzó Manes.

Pero no dejó de lado la autocrítica: "Necesitamos un nuevo radicalismo. Una de las razones por las que estuvimos fuera del poder es que la sociedad cambió y nosotros, por un tiempo, nos negamos a cambiar. Ningún partido tiene el derecho divino de existir para siempre si no se reforma".

Con esa premisa lo que queda por saber es cómo se alinearán todos los dirigentes radicales que estuvieron ayer presentes en el acto. De Gerardo Morales a Alfredo Cornejo pasando por otro que no estuvo, como Martín Lousteau, pero que también sueña con ser candidato en 2023.