Mientras el gobierno alista detalles logísticos para la distribución de la Sputnik V que comenzará este lunes, continúan las negociaciones contrarreloj para garantizar la llegada de más dosis provenientes de otras latitudes. Tal como lo adelantó Data Clave, además de la de los rusos y la de Pfizer, Alberto Fernández mandató a su ministro de Salud Ginés González García para que suscriba convenios con todos aquellos laboratorios que tengan estudios de Fase 3 definidos o en vías de definición de la vacuna contra el Covid 19.

Una de las empresas farmacéuticas más importantes con desarrollos biotecnológicos avanzados es Sinopharm, de origen chino, que ya acordó con la Fundación Huesped -encabezada por el prestigioso infectólogo Pedro Cahn- efectuar un estudio clínico en la Argentina a iniciarse en los próximos días. González García ya tenía en marcha gestiones con este laboratorio y la semana pasada suscribió con su titular, Liu Jingzhen, un memorando de entendimiento que asegura a la Argentina la provisión de 30 millones de vacunas chinas durante 2021.

Según el memo -al que accedió Data Clave- el primer millón llegaría antes de la finalización de enero, doce millones antes de 31 de marzo y el resto a lo largo del año. Durante el trascurso de este sábado, el responsable de la cartera sanitaria mantendrá una conferencia remota con las autoridades de ese gigante farmacéutico asiático para alistar los detalles del envío, que correría por cuenta del Estado argentino.

"Si fuera por los chinos, firmaríamos ya, pero nosotros queremos que estén todos los papeles en regla porque, además de Sinopharm, también estamos en tratativas con Sinovac (también con sede en el gigante asiático) para que nos envíen vacunas desde Brasil, donde ya están produciendo gracias a la transferencia tecnológica", explicó un funcionario de la cartea sanitaria nacional.

Además del cumplimiento de los ensayos correspondientes, al gobierno argentino le preocupa también el precio que los chinos pretenden cobrar: cada dosis podría llegar a costar entre 25 y 30 dólares, "un precio demasiado elevado si se las compara con las vacunas de los otros laboratorios", completó la fuente.

La "bronca" con el embajador saliente

Detrás de esta historia político-sanitaria, hay un capítulo diplomático que no puede soslayarse. El final de la  "novela" fue comunicado extra oficialmente durante la Navidad y su confirmación se conocerá en las próximas horas: Luis María Kreckler dejará de ser el embajador argentino ante China.

La noticia no sorprendió ya que el diplomático tenía una pésima relación con el canciller Felipe Solá y ha protagonizado algunos desaciertos que oportunamente consignara este portal, relacionados con una imagen poco austera en momentos de fuerte crisis socio-económica, que incluyeron propiedades de lujo, vehículos de alta gama y hasta canjes.

Fue justamente en virtud de esta seguidilla de cortocircuitos, que el titular del Palacio San Martín aprovechó para responsabilizar a Kreckler por las demoras en la firma del convenio con Sinopharm y las primeras versiones que se difundieron ni bien conocida la noticia, consignaban que el embajador saliente se encontraba "de vacaciones" en una isla al momento de definir la negociación.

El propio Kreckler desmintió esa especie, aunque luego terminó sabiéndose que, en realidad, había hecho uso de una licencia por motivos "ecológicos", prerrogativa diplomática relacionada con los niveles de contaminación que tiene la ciudad de Beijing.

Una fuente con acceso directo al despacho principal de Casa Rosada le confió a Data Clave que "si bien es cierto que Kreckler trabajo para traer la vacuna a la Argentina, no es menos cierto que dio mil vueltas y no llegó a concretar nunca la operación".

Por eso Alberto Fernández -que viene monitoreando personalmente las negociaciones con China- le pidió a Sabino Vaca Narvaja que se involucrara y el joven diplomático demostró tener "una eficacia singular para resolver el tema". Esta sería una de las razones más importantes por las cuales el Presidente resolvió designarlo como nuevo embajador.

Hasta hoy, Vaca Narvaja se desempeña como Representante Especial de la Argentina para la Promoción Comercial e Inversiones en Beijing, lo cual le ha otorgado también una fluida y muy próspera relación con la Cámara Argentino- China de la Producción, la Industria y el Comercio, que preside el titular de INDRAM S.A. Sergio Spadone.

Pero además, tiene un vínculo político y afectivo directo con la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien lo designó Director General de Relaciones Internacionales de la cámara Alta. "Es licenciado en ciencia política, tiene manejo del idioma mandarían y conoce muy bien los engranajes del poder en China, con lo cual es mucho más apto para estar al frente de nuestra sede diplomática que Kreckler", afirmó la fuente que conversa a diario con el Presidente.