Axel Kicillof logró conformar, en su ascenso a la gobernación bonaerense, un gabinete a su medida. Pese a que llegó como un outsider, la puja con los intendentes por los puestos de poder no le representó un desafío interno. La mayoría de los jefes comunales de peso con mayores aspiraciones volaron hacia puestos de gestión en la Provincia y de esa manera, el mandatario provincial completó a su gusto las diferentes carteras para gestionar el territorio más complicado del país.

En sus casi dos años en el cargo, el gobernador no sufrió bajas de la primera plana. Sin embargo, las elecciones de medio término lograron modificar el esquema actual. Y más temprano que pronto perderá a dos de sus ministros más importantes.

Con la salida de Daniel Gollán, Kicillof no solo se quedará sin uno de sus mejores cuadros sino que también perderá al principal gestor contra la pandemia. Sin embargo, no será la baja más dura. Es sabido que desde el inicio de la gestión, y también debido a todo lo generado por el Covid-19, en la Provincia había un doble comando en Salud. Pero no en los términos que la política suele aplicar para este tipo de situaciones. Una dupla concreta que trabaja en complicidad.

Por lo que el nombre de Nicolás Kreplak como próximo ministro de Salud es más que una certeza. Es la confirmación de un proceso que el gobernador resaltó más de una vez como “excelente”. El actual viceministro también había sido nombrado como probable candidato para el Congreso. Pero la cara de Gollán pudo más.

No solo eso. La gestión en pandemia fue difícil. “La salida de Daniel es una gran pérdida para la Provincia en materia de gestión, pero significará un gran aporte para el Congreso. Se da un recambio generacional lógico con Nicolás. Y es un win win para ambos”, le aseguran a Data Clave desde el ejecutivo bonaerense.

Lo cierto es que Gollán le puso el cuerpo a la pandemia. Y tras un año y medio, fue suficiente. Sin embargo, Kicillof consigue con este paso una voz especializada en el Congreso y un hábil declarante en Kreplak para seguir gestionando todos los movimientos diarios que genera el Covid-19.

Por su parte, la salida de María Teresa García del ministerio de Gobierno abre una oportunidad para muchos. Sobre todo para los intendentes. Según pudo averiguar este medio, ya hay varios anotados con intenciones claras de ser el nexo coordinante entre los distritos y el gobernador. Y todo indica que se concretará el primer salto de una intendencia hacia el ejecutivo bonaerense. “Es el momento ideal para que el gobernador tome esa decisión. Es un puesto en el que se necesita haber pasado por un municipio”, le dice a Data Clave un intendente peronista del Conurbano.

En concreto, Kicillof también ganará con la salida de García. Y no porque no haya quedado satisfecho con su gestión. Por el contrario, su paso al senado bonaerense para liderar el bloque del Frente de Todos es trascendental en el camino hacia la gobernabilidad.

Es que, de confirmarse aquello que afirman desde ambos frentes, la Cámara alta bonaerense quedará repartida en dos mitades exactas y la muñeca de la actual Ministra tendrá un rol vital para la segunda parte del gobierno de Kicillof.