Todavía resuenan en los pasillos de Casa Rosada las repercusiones del inicio de la tan mentada “guerra contra la inflación”. En su mayoría críticas por parte de la oposición y hasta alguno de los propios. Por supuesto desde los sectores económicos afectados por algunas medidas manifestaron su desencanto, pero faltaba uno de los más esperados: el campo.

En las últimas horas, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) emitió un comunicado en el que expresó su rechazo a “cualquier tipo de aumento en las retenciones y restricciones a la comercialización de productos del campo”.

La entidad que preside Horacio Salaverri consideró que “los gobernantes tienen las herramientas para impedir los aumentos en los alimentos, muchas de ellas resorte del Gabinete Económico, como la baja del IVA, el control inflacionario, o la baja de impuestos y tasas distorsivas”.

Y agregó: “se podrían dar señales para producir más trigo, pero se opta por crear un fondo para intervenir en la cadena comercial del mismo”. Además, acusó al Gobierno de llevar adelante “una emisión de dinero descontrolada” y habló de “un gasto excesivo del Estado”.

“El campo está volviendo a inquietarse, y analizando en asambleas y encuentros el grave destino  que este rumbo le depara al país. Siempre lo hemos dicho, el campo es parte de la solución y no del problema”, aseguraron desde Carbap.

En tanto, Elbio Laucirica, consejero de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), señaló que “es importante el efecto que la guerra está haciendo sobre todas las economías en el país” y que “como tenemos aumentos en los precios de los granos también hemos tenido un aumento importantísimo en energía”.

Laucirica recordó que el aumento de las retenciones anunciadas  “lo tiene que pagar la exportación”, pero advirtió que “ya el precio nos cayó más del 2%” y que “en alguna medida lo estamos pagando los propios productores”.

Por último, consideró que el acceso a la canasta se puede mejorar si se le saca la carga impositiva “a cuatro o cinco alimentos clave” y señaló que “el esfuerzo también lo puede hacer el Gobierno y la política”.

Cabe recordar que días atrás, el gobierno de Alberto Fernández decidió subir las retenciones a la harina y aceite de soja de un 31% a un 33% y creó, a partir de esos fondos, un fideicomiso para estabilizar el precio del trigo en el mercado interno