Más que halcones o palomas parecemos pavos reales”. El senador Joaquín De la Torre pensó bien la frase. Y la uso a conciencia. Como tiro al pichón. Y es que, a su modo de ver las cosas, el acuerdo entre el Frente de Todos y Juntos dejó a la oposición como un grupo de tontos.

Y así lo expuso. Tanto que, tras el reparto de cargos expuesto tras la sesión del pasado martes, tomó la decisión de renunciar a la vicepresidencia 2da de la Cámara alta bonaerense.

Con su baja, De la Torre dejó en evidencia varias cosas. Primero, el acuerdo constante entre el oficialismo y la oposición. Segundo, las diferencias internas de Juntos. Y tercero, abrió la ventana a una posible y futura fuga rumbo a nuevos horizontes en caso de que la situación se vuelva insostenible en términos políticos.

Antecedentes, no le faltan. Se sabe, De la Torre es uno de los políticos bonaerenses más hábiles a la hora de moverse según marca el viento del triunfo. Supo ser kirchnerista desde 2007, cuando era poco lo que había para cuestionarle a un gobierno que venía de dar vuelta la historia política tras la debacle económica de 2001, y logró convertirse en intendente de su San Miguel natal. Algo que reconfirmó en 2011 aunque ya con algunas diferencias internas que terminaron de quedar expuestas cuando Sergio Massa lo invitó a sumarse al Frente Renovador, partido con el que logró volver a proclamarse jefe comunal en 2015 y que abandonó inmediatamente para sumarse meses después de su nueva victoria al ejecutivo bonaerense como jefe de Gobierno de María Eugenia Vidal.

Incómodo por la poca cabida interna que tenía en el ejecutivo fue uno de los principales instigadores del corte de boleta municipal que se dio en San Miguel para elegir a su delfín Jaime Méndez separándolo de la boleta de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, como candidatos a la presidencia y a la gobernación, respectivamente.

Ya fuera del gobierno provincial se unió Miguel Ángel Pichetto y un grupo de pejotistas para formar Peronismo Republicano. Y pese a los lazos con el PRO, tomó la decisión de aceptar el ofrecimiento de la UCR para competir en la interna de opositora de 2021 como parte de la lista que a nivel nacional encabezó Facundo Manes.

Pese a que días atrás se sentó en la mesa de Macri en Los Abrojos como parte de una foto de unidad para compartir un almuerzo con Mario Vargas Llosa y Cayetana Álvarez Toledo, De la Torre ya comenzó a mirar hacia 2023 y, como es costumbre, busca presionar internamente para asegurarse los lugares necesarios para mantener firme a toda la troupe que lo acompaña.

Joaquín es bicho. Siempre supo jugar. Te genera un quilombo, sale a mostrar algunas cosas y después se sienta a hablar. Son formas. Seguro piense que no le están dando bola desde adentro y no le quede otra que levantar la voz”, le dijo a Data Clave un diputado bonaerense que dice conocerlo “desde hace muchos años”.

Y agrega: “Lo de Milei no lo veo, pero responde a una mirada nacional. Seguro él se acomode de acuerdo hacia dónde se mueva el macrismo”, agrega la misma fuente. Lo cierto es que De la Torre siguió la prédica del expresidente, quien había llamado a los suyos a romper todo tipo de lazo con el Frente de Todos para no facilitar el camino de los oficialismos.

Y mientras algunos hablan de un posible acuerdo con el diputado liberal, lo cierto es que hoy por hoy De la Torre sigue desde adentro, y hacia afuera, como interlocutor de una interna que cada vez deja más heridos en la oposición.