Pasadas las nueve de la mañana del viernes, con 20 horas de debate en el lomo de cada diputado nacional, un acuerdo cerrado para postergar la sanción del Presupuesto 2022 detonó por el aire por un discurso de Máximo Kirchner de lo más normal en el parlamento pero fuera de tiempo y espacio según la óptica de la oposición. El oficialismo tendría así su segunda derrota de la sesión, el proyecto del ministerio de Economía no sería enviado a comisión. La oposición se abroqueló con 128 votos y el oficialismo solo tuvo 122 positivos.

Acto seguido, el presidente del bloque radical “original”, Mario Negri, pidió pasar directamente a la votación del Presupuesto sin la necesidad de continuar con la lista de oradores. Envalentonados y producto de la emoción violenta que disparó el discurso del titular del Frente de Todos fueron directo al centro de la cuestión: 132 votos en contra, 115 de Juntos por el Cambio, 8 del interbloque Federal, 4 de los libertarios, 4 de la izquierda y 1 monobloque de La Rioja. El Frente de Todos volvió a quedar lejos con 121 votos positivos, solo logrando sumar a los 5 votos del interbloque aliado Provincias Unidas.

En el inicio de la sesión Silvia Lospenatto (PRO) había logrado emplazar la comisión de Presupuesto para que trate un proyecto con media sanción del Senado para modificar las escalas del impuesto a los bienes personales. El texto lo presentó Carlos Caserio en medio de la campaña electoral, la oposición sospecha que solo motivado por dar un gesto al voto clase media de la provincia de Córdoba y sin tener en cuenta del costo fiscal que ahora no estaría dispuesto a dejar de percibir el gobierno. Sería el prolegómeno de lo que puede conseguir la oposición unida en este nuevo Congreso. Con 130 votos positivos, 116 negativos impusieron el tratamiento y ya hay sesión pedida para el martes a las 14. Podría ser la primera ley sancionada por el conjunto de la oposición en el gobierno de Alberto Fernández.

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Una semana cargada de idas y vueltas

El camino comenzó el lunes con la visita del ministro de Economía en la comisión de Presupuesto y Hacienda. La oposición criticó tibiamente el rápido tratamiento pero aseguró que estaba dispuesto a no bloquear una herramienta fundamental para la gobernabilidad. Todo comenzaría a cambiar rápidamente.

El interbloque Federal, se adelantó a Juntos por el Cambio y un día antes de la sesión anticipó un rechazo total al proyecto del oficialismo. Lo calificaron de “estar totalmente fuera de la realidad”. Lavagnistas, cordobeses y santafesinos ponían la vara alta. En la bancada que conduce Alejandro “Topo” Rodriguez siempre sospecharon que el gobierno no tenía intenciones de dialogar cambios y preferían que el proyecto fracasara en el recinto para tener vía libre a prorrogar por decreto o bien, tenían los votos asegurados por otro lado.

En Juntos por el Cambio no eran pocos los que creían que era mejor dejar aprobar el presupuesto que servirle en bandeja la discrecionalidad del decreto. Lo expresó Gerardo Morales, flamante titular de la UCR luego de ser confirmado en el cargo: “Yo hubiera querido que se postergue el debate. Tiene que reflexionar el oficialismo y también un poco nosotros”.

Los diputados radicales por Jujuy fueron de los últimos en confirmar un voto en contra del Presupuesto 2022, hasta último momento barajaron la posibilidad de una abstención para facilitar la sanción al oficialismo. El resto de los gobernadores correligionarios confirmaron su rechazo temprano, acoplándose a los duros del interbloque, pero con la comodidad de creer que el proyecto iba a salir. Hasta último momento, los voceros del bloque que conduce Negri suponían que de alguna manera u otra, los votos iban a aparecer.

La Coalición Cívica, el bloque con 11 diputados de “Lilita” Carrió, anticipaba durante los primeros días de debate una abstención que facilitaba la sanción. En Exaltación de la Cruz tomaron nota del tablero. Entendieron que la posible abstención de “los lilitos” le ponía fáciles las cosas a muchos gobernadores radicales que querían la sanción pero sin pagar el costo político de ser los dadores de los votos y se bajaron. Fueron los que terminaron de develar la minoría del oficialismo. Aún mientras sostuvieron todo el debate que era “necesario que el gobierno tenga presupuesto" y que la prórroga del presupuesto anterior “es mayor discrecionalidad para el ejecutivo y menos controles”.

“Si alguno hizo alguna especulación con nuestra abstención, van a tener que aprender que no van a tener margen para negociar con nuestros votos mientras podamos evitarlo”, adivirtió un miembro de la bancada de la Coalición que dejó en claro su vocación por la unidad en Juntos en la voz del presidente de la bancada, Jose Manuel López. “Privilegiamos la unidad, teníamos una visión de lo ideal pero priorizamos la unidad y después de tanto desgaste tampoco nos daba tanta confianza el oficialismo”, adivirtieron desde la bancada de Lilita.

En las diez bancadas del interbloque mayoritario de la oposición primó la necesidad que impone el mapa postelectoral que es en definitiva el del 2023. Nadie quiso pagar el costo político de acompañar al oficialismo, aún cuando pensaban que era “menos malo que rechazar el presupuesto. Con Javier Milei machacando por derecha, quizás haya que pensar, que esta será la dinámica del nuevo Congreso.

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El discurso de Máximo y la lectura del FdT

El gobierno nacional envió emisarios directos a negociar para poder postergar la sesión y que el presupuesto no caiga. Aún con el acuerdo alcanzado y prácticamente cerrado, en el Frente de Todos siguen pensando que los votos no iban a aparecer nunca. Ni esta semana ni la otra.

En el bloque del oficialismo entienden que el discurso de Kirchner no fue un error ni tampoco un acto premeditado. “No dijo nada desubicado, tampoco agredió a nadie”, afirman fuentes de la bancada en Diputados. Los pares del presidente de la bancada consideran que el discurso no fue agresivo y que solo “hizo un estado de situación de los que integran la Cámara”.

“Hace dos días Tetaz dijo que iban a voltear el presupuesto, ahora no quedan dudas de que era una decisión política que ya habían tomado”, se quejaron en el Frente de Todos luego de que la oposición acusara al oficialismo por la caída del acuerdo para postergar la sesión.

“No hay enojo con Máximo”, sentenciaron desde el tercer piso del palacio de la Cámara de Diputados. Lugar emblemático y donde tiene desde hace muchos años el despacho de la presidencia del bloque del peronismo.