El gobernador Axel Kicillof llegó a esta elección con una clara obsesión: ganar la Legislatura. Sin embargo, lejos de lograr una buena elección, el mandatario provincial sufrió una dura derrota en siete de las ocho secciones electorales.

De confirmarse estos resultados en las elecciones generales de noviembre, Kicillof no solo no podría revertir la desventaja que tiene en la actualidad en el Senado provincial sino que además quedaría muy complicado en la Cámara baja.

Se trató de una doble derrota para el oficialismo que, pese a que no lo decía en público, prefería la victoria del radicalismo. Sin embargo, lo que sí ya quedó en claro es que de cara a lo que viene, el ejecutivo provincial deberá discutir con el PRO, quien resultó ganador del interna de Juntos.

Así las cosas, Kicillof enfrentará la segunda mitad de su gestión con muchas trabas para gobernar debido a que los resultados expuestos en las PASO lo obligarán a tomar decisiones concretas sobre una series de nombramientos y acciones que estaba demorando con el fin de poder tener un mapeo claro de la elección.

Lo que arrojó la votación fue una victoria clara de parte de Juntos en todas las secciones electorales salvo en la tercera, donde el peronismo bajó su piso, lo que derivó en la caída general de la Provincia.

En la Primera, donde se preveía una discusión pareja, la oposición se impuso por más de cinco puntos mientras que en la tercera el Frente de Todos solo sacó 10 puntos de diferencia. Un número pobre para lo habitual. Para el voto interior las diferencias fueron marcadas. En la segunda, la oposición obtuvo una victoria de 51 a 30 por ciento; en la cuarta de 49 a 33; en la quinta de 50 a 29; en la sexta de 52 a 27; en la séptima de 51 a 30; y en la octava de 45 a 32.

El gobernador llegará a las generales con 26 de los 46 senadores en manos de Juntos, algo que se mantendría de acuerdo a estas PASO y con poco más de la mitad de los diputados a su favor, una situación que podría cambiar en caso de revalidarse estos resultados.

“El PRO, Cambiemos o el macrismo se encargó a entorpecer y obstaculizar varias de las iniciativas”, indicó Kicillof, en la previa de la veda, sobre el rol del Senado. Y disparó: “No son halcones, ni palomas: son buitres”. La obsesión de Kicillof por recuperar el control de la Cámara era clara. Pero los resultados expusieron una situación compleja para continuar con la actividad legislativa de cara a las próximas elecciones.

Habrá que ver si el gobierno congela la actividad en las cámaras buscando una remontada épica para noviembre.