Lesci: “Durante el macrismo, ir a un club era una cuestión de privilegio”

Antes de ser presidenta del HCD de Lomas de Zamora, Marina Lesci hizo un camino social. A los 23 años, ya era presidenta de Defensores de Banfield, un club de barrio que el año pasado llegó a jugar la Liga Argentina de Voley y que dejó de comandar hace solo dos meses cuando, luego de trece años al frente, asumió su padre.

“Se dio a la inversa de lo que suele pasar. Él no era del club, nos empezó a llevar a mí y a mis hermanos de chicos y fuimos nosotros quienes empezamos a militar el club, del que él también terminó enamorándose”, le cuenta a Data Clave, la segunda en el mando de Martín Insaurralde.

A la par, Lesci, quien en la actualidad tiene 37 años, estudió abogacía y fue miembro fundadora de Sur Solidario, una fundación con fuerte participación social en Lomas de Zamora con actuación directa en cuatro comedores locales.

Pero no es todo. La actual número 2 de Lomas fue varios años payamédica en el Hospital Gandulfo. “El trabajo de los paya en esta pandemia fue muy importante. El trabajo que hacen es maravilloso. Con la devolución de la gente te das cuenta de que es un trabajo que va más allá de la recreación. Tiene que ver con la recuperación emocional”, explica.

Data Clave: ¿Qué rol ocupan los clubes de barrio en la actual sociedad?

Marina Lesci: Lomas de Zamora tiene muchos clubes, por encima de 300. Y por suerte siempre está naciendo uno nuevo. Hoy tenemos la suerte de que nos tengan como un actor más. No solo para las ayudas sino como centro de cada barrio, como brazo ejecutor de todo. Está la ayuda con los subsidios pero también somos centro de vacunación o espacio para cursos de oficios. Tenemos una presencia que va más allá de lo deportivo.

DC: ¿Cómo impactó en los clubes de Lomas el retorno del peronismo a la Nación y a la Provincia?

ML: No lo veo como algo partidario sino como un concepto ideológico. La diferencia está entre aquellos que quisieron mantener privilegios o los que quieren ampliar derechos. Con la presencia de Axel (Kicillof) en la Provincia y la de Alberto (Fernández) y Cristina (Fernández) en Nación se empezaron a gestionar acciones que directa o indirectamente lograron beneficiar a los clubes de barrio. La vuelta del peronismo le vuelve a dar una inyección a los clubes.

DC: Durante la gestión de Mauricio Macri en nación y María Eugenia Vidal en Provincia se habló de que los clubes corrieron riesgo. ¿Cómo se vivió en Lomas?

ML: Vivimos cuatro años durísimos. Por un lado sufrimos todos los tarifazos y a muchos se les hizo inviable al punto de casi llevarlos a la quiebra. Además, muchas familias tuvieron que hacer recortes en su economía y desde las políticas del gobierno se generó que en el macrismo ir a un club fuera una situación de privilegio. Y eso hoy nos eriza la piel. Porque un club con su pequeño arancel, incluso muchos son gratuitos, mueven la economía del barrio. Desde los comercios de alrededor, las personas que hacen las camisetas, el que tiene el buffet. Es un actor económico importante. Pero todo se fue a pique. Se volvió a ver algo que no sucedía desde 2001, que las familias se acerquen a los clubes a buscar la olla.

DC: Te llevo a la política municipal. Te toca estar al frente del legislativo local previo a una elección diferente, con la pandemia de por medio. ¿Cuál es el rol de Lomas en el ámbito político de la provincia?

ML: Me toca mucha responsabilidad, pero la realidad es que tenemos mucha confianza en Martín Insaurralde, quien para mí es el máximo referente político de la Provincia. Si creyó en mí, no hay inseguridades posibles. Hoy la realidad que tenemos es seguir trabajando para seguir haciendo crecer a Lomas y para traccionar fuerzas hacia lo provincial y lo nacional. Estamos convencidos de que estas elecciones van a evidenciar el peso político de Insaurralde porque se trata de un intendente que no se desgastó en 11 años de mandato y que eleva la vara de gestión.

DC: ya te tocó quedar al frente cuando tuvo Covid. ¿Te ves en el futuro al frente del distrito?

ML: No me lo pongo a pensar eso soy soldada de Martín. Él predica con el ejemplo de la importancia de lo colectivo y no hay forma de poner nombres personales sobre los proyectos.