Liderazgo o conducción: qué se discute en el peronismo y por qué CFK y Kicillof no tienen punto de encuentro
La puja interna no cede y la lapicera pierde tinta. Tras acto presidenciable del gobernador, Cristina Fernández vuelve a televisión para también confrontar con Milei. Unidad en peligro y la lógica del apoyo "sin chistar".
"El único adversario es Milei. Y está afuera, no está adentro”. Con esas palabras, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, llamó a construir en favor de la unidad. Lo hizo desde La Plata, donde justamente presentó el Movimiento Derecho al Futuro, un espacio con el que el mandatario provincial busca dar la pelea hacia adentro de Unión por la Patria, pero especialmente contra, o con (según cómo se den los próximos pasos), la actual presidenta del PJ nacional, Cristina Fernández.
Como contrapartida, la dos veces presidenta de la Nación volverá este lunes a la televisión para dar una entrevista en C5N. Más allá de la crítica al gobierno nacional, se espera que CFK haga alguna mención a la interna que sacude al peronismo en la provincia de Buenos Aires de cara a lo que serán los comicios legislativos del próximo 7 de septiembre.
La discusión entre unos y otros cada vez gana más peso frente a la necesidad de tomar una resolucíon antes del cierre de alianzas. Y cualquier palabra expresada por los principales referentes de cada sector puede ser tomada como un camino hacia un punto de encuentro o, por el contrario, rumbo a un quiebre definitivo.
Ambos dirigentes lo saben. Es por esto que en el acto del pasado sábado, Kicillof evitó las menciones internas y apostó, como había adelantado este medio, a subirse a la pelea nacional y poner a Milei como el principal contrincante ya que, como es sabido, el gobernador busca ser el principal representante de la oposición para las elecciones presidenciales de 2027.
Lo que está en juego no es solo una candidatura. CFK y Kicillof se disputan el liderazgo de un movimiento que hoy no logra ponerse a la altura de lo que reclama la sociedad para encontrar una oposición al gobierno nacional. Lo que prima es la cartelera. Quién toma la lapicera para escribir su propio nombre y el de quienes lo acompañan.
No es casualidad que, dos días después de la presentación del Movimiento Derecho al Futuro, CFK reaparezca en tevé con una venia en favor de Primero la Patria, un espacio con buena representación de dirigentes del peronismo de todo el país con el que busca demostrar que la pelea no se circunscribe solo al ámbito bonaerense.
Presente y futuro
La decisión de Kicillof de confrontar con Milei no es solo a futuro. El gobernador entiende que para poder tener una oportunidad necesita no solo de unos comicios favorables en 2025 sino también de una lista en la que pueda tener la mayor representación posible para, de esa manera, poder tener la mejor gobernabilidad posible durante los próximos dos años.
De ahí lo expresado por el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, quien demandó que todo el espacio apoye de manera “pública y explícitamente” al gobernador como el jefe político y que el bloque legislativo acompañe los proyectos del Ejecutivo “a mano alzada y sin chistar”. Según el funcionario “no estoy pidiendo mucho, son cosas bastante simples y básicas”.
Como era de esperar, los modos de Bianco no cayeron bien en algunos sectores del peronismo. “Sorprendente lo de Bianco, canchereando como intérprete del pueblo y poniendo condiciones para la unidad. Entre ellas apoyar explícitamente y sin chistar las políticas de Kicillof”, expresó en redes sociales el exintendente de San Antonio Areco y exsenador, Paco Durañona.
“Estaría bueno saber cuáles son esas políticas tan contundentes y transformadoras que justifiquen semejante nivel de aprobación. ¿Entrega de escrituras de programas de la época de Duhalde? ¿Construir edificios escolares sin una sola reforma educativa? ¿Ningunear a legisladores y compañeros? ¿Dejar obras inconclusas? ¿Garantizar el statu quo judicial?”, enumeró el dirigente. Y cerró “Qué difícil se me hace...”, en torno a la idea de un viaje hacia la unidad.
El kicillofismo ya se anotó una victoria con el desdoblamiento de los comicios. Sin embargo, desde el kirchnerismo duro siguen demandando la necesidad de rever esta cuestión. Los tiempos no acompañan. Y desde el MDF lo exponen. La presentación de este lunes de las Elecciones Bonaerenses y de su logística busca cerrar una discusión que ya parecía zanjada.
La puja no solo es para ver quién toma las decisiones sino también para ver quién carga con las victorias o las derrotas. Qué forma se le da a un acuerdo que, según le expresaron a Data Clave, más allá de lo que pase en los comicios de 2025, “ya está todo roto para el 2027”.
CFK no quiere ceder espacios. Y ya bajó el mensaje a los suyos cuando les dio el visto bueno para que filtren su deseo de ser candidata por la tercera sección electoral en caso de que las cosas no se den como pretende. Su liderazgo, incluso, no está en discusión hacia adentro del kicillofismo. “Cristina nos dio mucho. Y vamos a estar siempre agradecidos, pero no la usemos más. Que cumpla el rol que se merece y que se Axel quien nos pueda conducir en estos tiempos de horror”, le dijo a este medio un intendente bonaerense.
La pregunta que queda flotando es si es posible la idea de la unidad bajo una líder y un conductor. La respuesta parece no ser la misma para todos. Sin embargo, nadie se anima a sacarle los puntos suspensivos a una discusión que seguirá avanzando.