Corrientes volverá a tener una elección despegada del calendario nacional. El gobernador Gustavo Valdés firmó el decreto N°1056/25 y fijó el 31 de agosto como la fecha para renovar autoridades provinciales. Ese día se votará gobernador, vice y legisladores. Además, invitó a los municipios a adherirse a la jornada para definir intendencias y concejos deliberantes.

El radical Valdés, que culmina su segundo mandato en diciembre y no puede ser reelegido, buscará ser sucedido por un apellido de confianza: su propio hermano. Aunque aún no fue oficializado, Juan Pablo Valdés, actual intendente de Ituzaingó, es el nombre que suena con más fuerza dentro del frente Vamos Corrientes. La jugada familiar ya genera ruido.

Enfrente estará un viejo conocido: Ricardo Colombi, tres veces gobernador de la provincia y mentor político del actual mandatario. Hoy fuera del radicalismo y con sello propio, reconstruyó su espacio Encuentro por Corrientes (ECO) para competir por una cuarta gestión. Aunque no lo dicen públicamente, hay versiones de diálogos entre Colombi y el peronismo para intentar una alianza que le dispute el poder al oficialismo.

Del lado justicialista, el elegido es Martín “Tincho” Ascúa, intendente de Paso de los Libres, una de las pocas intendencias grandes que retuvo el PJ. Su candidatura estará reforzada por un regreso fuerte: Cristina Fernández de Kirchner visitará esa ciudad en junio, en lo que será su primera actividad de campaña como presidenta del partido. "Vamos a levantar la voz desde Corrientes para reconstruir el peronismo desde las provincias", afirman cerca de la ex mandataria.

La novedad corre por cuenta del espacio libertario. Allí hay una pelea por quién se quedará con la boleta violeta. El senador nacional Mauricio “Camau” Espínola, que responde a la Casa Rosada a través del bloque Provincias Unidas, quiere quedarse con el liderazgo. Pero deberá enfrentarse a Lisandro Almirón, diputado nacional y principal referente de La Libertad Avanza en la provincia. La disputa interna no está saldada.

Además de la gobernación, Corrientes renueva parte de su Legislatura. De las 15 bancas en Diputados que se ponen en juego, 13 pertenecen a las alianzas oficialistas, mientras que las otras dos son del justicialismo. En el Senado se renuevan 5 escaños, de los cuales 4 también corresponden a ECO + Vamos Corrientes. La división del oficialismo podría poner en riesgo esa hegemonía.

El sistema electoral de Corrientes tiene una particularidad: no hay boleta única por frente, sino que cada partido que integra una alianza tiene su propia papeleta. Esto hace que la pelea por los sellos partidarios sea clave para tener mayor presencia en el cuarto oscuro. La misma lógica se aplicó en las elecciones de 2021, donde la fórmula Valdés - Braillard Poccard arrasó con el 76% de los votos frente al peronismo, que apenas pasó el 23%.

Para ganar en primera vuelta, la fórmula que se imponga deberá superar el 45% de los votos, o bien alcanzar el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo. La provincia, junto a Santiago del Estero, es de las pocas que mantienen su calendario electoral desfasado del nacional, un resabio de las múltiples intervenciones federales que sufrió en los años 90.

Actualmente, en Corrientes hay casi un millón de electores habilitados, y más de 70 comunas deberán elegir nuevas autoridades locales este año. La campaña ya comenzó, aunque las candidaturas todavía no fueron oficializadas. El último domingo de agosto, la provincia volverá a marcar agenda en un año donde la política se juega fuerte, incluso por fuera del calendario nacional.